Pues vaya zarpazo le pegó ayer el Almazora al Alzira. Los muchachos de Iván Medall supieron apretar los dientes cuando tocó y desplegaron todo su arsenal sobre el municipal Venecia cuando se pudo. Con ello, al final tres puntos de oro para la escuadra de la Plana Baixa que ofrecieron su mejor versión para superar a uno de los gallitos de la categoría y así asegurar la segunda victoria lejos del José Manuel Pesudo. La primera fue hace unas semanas en El Palmar de Borriol con un gol sobre la campana de Vicent Requesens. En esta ocasión, el camino del triunfo lo allanaron el hispano-americano Nico y el castellonense Rober. Un delantero y un central. A última hora, desde los once metros, recortó la diferencia el equipo alcireño por mediación de Luis García.

El Alzira empezó dominando y controlando la situación, y con un Almazora que empezó frenando la salida de los locales. Pero lo que son las cosas, en la primera llegada de los almassorenses a la portería contraria el balón acabó besando las mallas. Albert Juste abrió para José Meseguer, y éste centro para que Nico lograra empujar el cuero al fondo de las mallas. Era el 0-1 cuando se habían disputado los veinticuatro minutos del duelo. Ese gol marcó las diferencias. Los valencianos quisieron, pero no pudieron penetrar en la tupida defensa blanquinegra. Mucho orden en el campo para alcanzar el descanso con mínima ventaja.

Pelota parada

En la segunda parte el Almazora sólo necesitó nueve minutos para ampliar la ventaja. Llegó a balón parado. El especialista Javi Troncho sacó desde el rincón, y tras el error defensivo, en el segundo palo apareció el central Rober Jiménez para cabecear el cuero al fondo de las mallas. Era el 0-2 y por delante media hora de juego que había que afrontar con máxima concentración.

Llegaron los cambios. El Alzira insistió y se volcó oen ataque. Los almassorenses se mantenían firmes hasta que en el minuto 88 el colegiado cobró penalti por manos de David Cifuentes. El local Luis García no perdonó desde los once metros. Era el 1-2, con dos minutos por delante más cuatro de propina. A pesar de todo ello, el marcador no se movió y así el Almazora sumó la segunda victoria de la temporada lejos de casa, para instalar al equipo de Iván Medall en la zona medio-alta de la tabla. La auténtica revelación del campeonato.