Nadie pone en cuestión la calidad de las playas de Castelló, quizás en cualquier caso aún por explotar turísticamente con una oferta de ocio complementaria. Las dudas llegan a la hora de analizar qué más puede ofrecer la capital de la Plana para ser un referente turístico los 12 meses del año, avalada en su base por un «bienestar climatológico» y por unos recursos «que existen, pero que hay que acompañar con productos turísticos definidos».

Es la reflexión que dio ayer el catedrático de la Universitat Jaume I Diego López Olivares en la presentación del primer Plan estratégico de Turismo de la ciudad, un proyecto «necesario porque hasta ahora ha habido muy poca planificación turística pese a que contamos con unos recursos que pueden poner a Castelló en el mapa turístico«, explicó la concejala del área, Patricia Puerta.

El Plan Estratégico de Turismo, presupuestado en unos 15.000 euros, ha definido ya un cronograma que arrancará el próximo mes de enero y concluirá en junio de 2017. El primer paso es crear en las próximas semanas nueve grupos de trabajo por áreas: Alojamiento (hoteles, hostales, 'campings'); Restauración (gastronomía); Agencias de viaje; Eventos (entidades vinculadas a congresos, deporte, salud); Comerciantes y distritos de la ciudad; Políticos; Cultura; Fiestas locales y, por último, instituciones, entre las que incluyen al puerto, el aeropuerto, ADIF, la UJI, Ashotur, empresarios, la Cámara de Comercio y la propia Agencia Valencian de Turismo.

Con estos grupos formados, en enero se desarrollarán las primeras jornadas de sensibilización para establecer una toma de contacto con los grupos que vayan aportando ideas y propuestas. Entre enero y febrero se realizarán entrevistas a expertos en el sector, no más de 50, y de febrero a marzo se organizarán unas mesas redondas de debate.

Próxima década

Para abril están previstas unas segundas jornadas de sensibilización que, según Diego López, «deben marcar ya un primer diagnóstico de hacia dónde debemos ir para cuajar las estrategias». Finalmente, será en mayo-junio cuando se presente el documento final de un plan que marcará el camino turístico de la capital de la Plana para la próxima década.

El catedrático de la UJI, que considera fundamental que haya consenso entre todos los protagonistas del plan, marca en cualquier caso un análisis previo de la situación de la ciudad. «Castelló tiene unos activos, unos recursos claros y una buena materia prima, pero tenemos que vender productos completos, esto es, debemos tener una ciudad con mayor oferta de alojamientos y unas infraestructuras adecuadas porque, para que un destino funcione a nivel turístico, por ejemplo, es básico un transporte completo y adecuado».

Castelló, según López Olivares, tiene que adaptarse al presente y avanzarse al futuro, «convirtiéndose en una ciudad inteligente» y aprovechando, para ello, las nuevas tecnologías. Esta cuestión no es incompatible con seguir potenciando sus recursos, «con unas playas que, pese a su calidad, quizás están desaprovechadas; con unas fiestas como la de Magdalena con grandes posibilidades, con una oferta gastronómica adecuada y con un medio físico y climatológico extraordinario para, por ejemplo, la práctica de deporte o la estancia de equipo de fútbol durante todo el año».

Dentro de estos valores también subraya las instalaciones del aeródromo del Grau, que debe convertirse, según López Olivares y la propia Patricia Puerta, en un producto turístico singular de la capital de la Plana.