Los números, los funcionarios las deudas y los presupuestos fueron ayer los protagonistas de un pleno que debía haber sido el de los vecinos al inaugurarse las sesiones plenarias en las que los ciudadanos podían, por primera vez, preguntar a la corporación. Pero Joan Miquel Palomar, que tenía el honor de estrenar este pionero sistema, plantó a la corporación y no preguntó, como así estaba previsto, por las actuaciones del ayuntamiento para atajar la suciedad de las calles por los excrementos de los perros.

Con el fiasco vecinal de fondo, el debate más intenso llegó con la moción, en despacho extraordinario, del PP instando al equipo de gobierno de PSPV y Compromís a reclamar más inversiones de la Generalitat en la ciudad, acusando la portavoz popular, Begoña Carrasco, a la alcaldesa, Amparo Marco, de ser poco reivindicativa, y recriminando que destinen presupuesto municipal a «ejecución de proyectos y obras que corresponden, competencial y políticamente, al Gobierno Valenciano». Puso como ejemplo Carrasco la última fase de rehabilitación de Castell Vell, que asciende a 600.000 euros, o las obras de la Villa Romana de Villamargo, por 150.000 euros, que, según la edil del PP, debían haber sido ejecutadas por el Consell.

La respuesta se la dio la portavoz del equipo de gobierno, Verónica Ruiz, quien le echó en cara su «desconocimiento» de la realidad local, recordándole precisamente que el Castell Vell o la villa romana de Villamargo son patrimonio municipal y, como tal, corresponde al ayuntamiento su financiación.

Sobre la exigencia de que sean reivindicativos, Verònica Ruiz señaló que «nosotros sí que lo somos, porque de los 8,8 millones de euros que adeudaba la Generalitat a este ayuntamiento hemos conseguido, en solo año y medio, que nos paguen más de 7, reduciendo esa deuda a cerca de 1,5 millones», algo que ratificó con posterioridad la propia alcaldesa.

Verònica Ruiz también le afeó al PP, en concreto al concejal y diputado provincial de Cultura Vicent Sales, que no le haya dado respuesta alguna a su propuesta para que la Diputación, a través de su servicio de arqueología, se implicase en el mantenimiento y limpieza de los materiales hallados en la villa romana. «Tiene dos peticiones por escrito de febrero y de julio y no hemos recibido respuesta», se lamentó Ruiz.

Funcionarios

Por otro lado, el ayuntamiento aprobó la proposición de Castelló en Moviment sobre un diagnóstico de la plantilla municipal, que recibió la abstención de PP y Ciudadanos. Antonio Lorenzo, concejal de Gestión Municipal, consideró necesario una revisión de la estructura del consistorio, donde trabajan cerca de 1.200 personas, recordando que se está trabajando en mejorar sus condiciones, como lo refleja la activación de 16 bolsas de empleo que estaban obsoletas. Finalmente, el consistorio ratificó darle la medalla de oro de la ciudad al instituto Ribalta por su centenario.