El coste de la rehabilitación del edificio del antiguo Colegio Universitario de Castelló y las dificultades para adaptarlo a la normativa hacen inviable que en las actuales instalaciones se ubique la ampliación del colegio Vicent Marzà y se dé respuesta a la demanda de servicios de la población.

El director territorial de educación, Robert Roig, apuntó ayer que «la conselleria hizo una petición al Ministerio de Educación para permutar los terrenos del antiguo colegio universitario para dar cabida a un colegio de tres líneas», con la intención de ofrecer un nuevo espacio para la ubicación del Archivo Provincial y de que los terrenos actuales se sirvan para la construcción de un colegio de nueva planta.

Los arquitectos de la Generalitat han informado de los problemas técnicos que presentan las actuales instalaciones por lo que descartan la rehabilitación. En este sentido, el director territorial apuntaba que los informes consideran que la altura del entresuelo no permite habilitarlo como espacio para la docencia y que las escaleras de acceso tampoco cumplen con la normativa y se deberían ampliar.

Ante estas dificultades, los arquitectos han concluido que el coste de la remodelación está cercano al coste de un edificio de nueva planta, por lo que rechazan la posibilidad de actuar sobre la antigua estructura. De hecho, los técnicos no validan la rehabilitación si ésta supera en un 50% o más el de una nueva construcción.

La demanda de servicios de la población del Raval Universitari ha sobrepasado la disponibilidad de oferta debido a que la planificación urbanística obvió la reserva de terrenos dotacionales y a que la ciudad tiene pendiente la ordenación. El director territorial marcó un ciclo de 10 años para la construcción de un nuevo colegio, desde que se avanza la necesidad por el aumento de la población, hasta que se hace la reserva del suelo dotacional por parte del ayuntamiento, pasando por los trámites de la redacción del proyecto, de la licitación y finalmente de la construcción. En este punto, Roig criticó lo que a su juicio es «una falta absoluta de previsión» y añadió que «Castelló nunca ha pensado en sus hijos».

A los problemas para encontrar suelo dotacional, se une la incapacidad de la ciudad para ofrecer terrenos cuando se da la necesidad de reubicar de manera temporal a los alumnos por una nueva construcción.

Escuelas de 0 a 3 años

El director territorial de Educación desgranó junto al director territorial de Presidencia, Adolf Sanmartí, los presupuestos para 2017, en los que destaca la apuesta por la «implantación progresiva de escuelas infantiles de 0 a 3 años y el acceso de más beneficiados a las becas de comedor al rebajarse el umbral de acceso. Roig indicó que «la etapa de 0 a 3 años es clave para la cohesión social y la igualdad de oportunidades» y anunció el incremento de escuelas infantiles, que ya son once en las comarcas de Castelló.