La Parroquia de Santa Sofía de Vila-real culminó ayer la celebración de su 50 aniversario con la celebración de una emotiva ceremonia religiosa que estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente. El obispo acompañó al párroco de la iglesia e hijo adoptivo de Vila-real, Mosén Guillermo Sanchís Coscolla, que también celebró su medio siglo al frente del templo.

Tras el oficio religioso, se celebró una comida de pa i porta a la que asistieron unas 300 personas, entre ellas el alcalde, José Benlloch. Las celebraciones continuarán el próximo año, con la conmemoración de los 50 años del colegio.