El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló trabaja de forma intensa estos días para cerrar un presupuesto municipal para 2017 que, con poco margen para el crecimiento, rondará los 160 millones de euros, cifra muy similar a la de este ejercicio que ya acaba, en el que PSPV y Compromís, con el apoyo de Castelló en Moviment, certificaron un presupuesto consolidado de poco más de 159 millones de euros. Pendientes aún del posible ingreso de una partida que parece que ya ha ratificado la Generalitat Valenciana, durante toda esta semana seguirán los contactos para «ultimar flecos», por lo que lo más normal es que antes de que concluya el año se celebre el pleno para aprobar unos números marcados, una vez más, por su carácter social.

La idea del equipo de gobierno -que espera que este año también se cierre con superávit- es intentar estirar algo la partida de inversiones, que en este 2015 se quedó en siete millones de euros. El objetivo, llegar hasta los 10 millones, si bien la batalla por los números aún está en pleno desarrollo. Los presupuestos, aunque impulsados desde PSPV y Compromís, se han debatido todos estos días bajo el marco del Pacte del Grau, lo que hace que Castelló en Moviment sea también protagonista directo en su diseño al ser la tercera pata que necesita el bipartito para sacar adelante las cuentas.

Xavi del Señor, portavoz de la formación asamblearia, reconocía ayer que «quedan pocos flecos», por lo que es cuestión de días que se cierren para su ratificación por la Junta de Gobierno y su posterior remisión a los grupos municipales de Ciudadanos y Partido Popular para su análisis.

Del Señor avanzó ayer el apoyo de sus cuatro concejales al futuro presupuesto porque, como explicaba, se han conseguido introducir proyectos y programas para 2017 vinculados a políticas sociales, de acceso a la vivienda o de una mayor concienciación de la ciudad con el medio ambiente. «Gran parte de nuestras propuestas se han incluido», subrayó Xavi del Señor, quien señaló que «hemos sido exigentes, pero conscientes de que es una negociación en la que había que adaptarse».

Gran parte del presupuesto, más del 60 %, volverá a ser absorbido por los gastos de personal, pero hay margen para seguir apostando por las política sociales, como la pobreza energética o los planes de empleo. Para el año que viene, además, se quiere dar un impulso a proyectos de futuro, como es el desarrollo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana o la puesta en marcha del Plan Estratégico de Turismo, entre otros.