Trabajaba en la huerta con su padre cuando dio una patada a una bomba y perdió parte de un pie. Su padre le dijo que ya no podía trabajar en el campo y que se pusiera a estudiar. Así fue como, de manera accidental, el profesor castellonense Emilio Agulleiro, de 64 años, estudió Filosofía y Letras. Su vida profesional como docente empezó en el año 1979 en Francia como auxiliar de conversación. Ya en la capital de la Plana, impartiría clases de francés en la Escuela de Hostelería, los Escolapios, el IES Politécnico, el Matilde Salvador, La Plana y el Ribalta. Recientemente, ha sido uno de los profesores jubilados que han sido homenajeados en un acto organizado por el ayuntamiento.

¿Cómo eran los alumnos de aquella época?

Eran muy respetuosos, te hablaban de usted, tenían a los profesores en consideración, tenían ganas de aprender un oficio,... Cuando pasé al Politécnico los alumnos ya empezaban a cambiar y ya había algunas disfunciones: no hacían caso a lo que se les decía y empezaban a querer ir por su cuenta sin tener en consideración que cuando entras en un centro educativo la autoridad es cualquier persona mayor que estuviera en el centro.

¿El comportamiento de los padres también ha cambiado?

También. Antes hacías algo malo y el profesor te daba un bofetón y llegabas a casa y tus padres te daban dos. Hoy en día le tocas un dedo, el niño llega a casa y lo exagera y el padre va a denunciar al maestro. Es cierto que es una minoría pero hace sangre. Quieren que el docente sea el encargado de arreglar todo lo que está mal y eso no es posible.

En su opinión, ¿qué ley educativa ha sido la mejor?

Yo he pasado todas las leyes de la educación y en todas ellas han dejado de lado al profesorado, siempre hemos tenido que ir reciclándonos después de que nos impusieran una ley. En mi opinión, la Ley General de Educación Básica, la EGB, fue la que hizo que los niños dejaran de trabajar y que se incorporaran al mundo educativo y tuviera unos mínimos, lo que fue un gran avance. Esto hizo que los centros se tuvieran que multiplicar pero el problema fue que no pusieron el dinero, no estaba acompañada por una memoria económica. Este problema lo han tenido todas las leyes, ninguna ha ido acompañada de una memoria económica que indicara lo que cuesta y de donde sacar el dinero. La ley Wert ha sido lo más nefasto que uno se pueda imaginar, Wert es un sociólogo y no tiene ni idea de educación.

¿Cómo se debería elaborar una ley educativa para que fuera más fructífera?

Sería una buena idea que la ley de educación que se tenga que hacer se negocie entre todos y llegar a un acuerdo. Una ley no se puede cambiar cada dos por tres, tiene que tener un recorrido de unos 15 o 20 años, ver los resultados e ir mejorando.

¿Cómo afectó el «boom inmobiliario» a las aulas?

Fuimos despreciados. Con la llegada del «boom inmobiliario» muchos dejaron de estudiar porque ganaban más dinero que nosotros y nos tuvieron marginados, se burlaban de nosotros aunque, después, con la crisis toda esta gente ha tenido que volver a las escuelas para mayores para ponerse al día de lo que tenía que haber sido un proceso normal de una edad normal.

¿Dónde está la clave para tener una educación pública de calidad?

El problema que ha tenido siempre la educación ha sido un problema de dinero. La revolución educativa al resto de Europa se hizo hace 40 años con la inyección de dinero pero nosotros siempre hemos ido detrás en el sentido de que el dinero destinado a la educación siempre ha sido poco. Considero que la partida de educación se debería incrementar todos los años un 10 por ciento.

¿En los años 80 había se hablaba del acoso escolar?

El acoso siempre ha existido, el 'bobo' de la clase siempre ha existido, pero no con virulencia de hoy en día, y en ello ha influido mucho la televisión. Es cierto que en aquel tiempo no se hablaba tanto de eso, no se ponía de manifiesto, no existía como elemento de discusión. A raíz de la incorporación de los departamentos psicopedagógicos ha sido cuando se le ha puesto nombre a este comportamiento.

Los padres, y la sociedad en general, ¿descarga en el profesor toda la responsabilidad de la educción?

La educación siempre se ha dejado en manos de maestros y profesores y tiene que ser un conjunto de factores que tienen que ser complementarios. Como la familia, los padres tienen que ser educadores. La sociedad, con municipios educadores en comportamientos como tirar un papel en el suelo y recogerlo para tirarlo a la basura, eso es una manera de educar. En el instituto y la escuela están seis u ocho horas. Durante esas horas intentamos educar al alumno pero si cuando sale del aula no continua esa educación en la sociedad y en casa se va perdiendo. Tiene que haber un compromiso entre todos.