El sector azulejero castellonense vuelve a generar empleo. En 2016, y según el presidente de la patronal Ascer, Isidro Zarzoso; «se han creado 515 puestos de trabajo».

Pero lo importante es que, a partir de 2017, y por primera vez desde que en 2017 se iniciase la recesión de ventas por la crisis económica, cualquier tipo de evolución positiva que registre el sector, ya sea en ventas o en producción, tendrá un reflejo directo en el aumento de las plantillas: «Si, por ejemplo, crecemos un 5 %, el número de trabajadores crecerá un 5 %», afirma el vicepresidente de la patronal Francisco Ramos, quien anuncia que este año la producción global sumará 495 millones de metros cuadrados.

Ascer, extrapolando los datos acumulados hasta septiembre, prevé cerrar 2016 con unas ventas globales de, aproximadamente, 3.300 millones de euros, lo que implica un crecimiento del mercado internacional del 4,8 % y del 17,5 % en el caso de las ventas nacionales, un porcentaje que, aunque parezca importante, «hay que tener en cuenta que partimos de bases muy bajas«. puntualiza Ramos. En total, las ventas del sector crecerán un 7,4%.

La exportación, realizada a 183 países, suman 2.570 millones, y ha crecido, con respecto a 2015, gracias al empuje, principalmente, de Estados Unidos, que es el que más ha crecido a lo largo del año hasta registrar una mejora de sus compras de cerámica española del 29 %. Por detrás se encuentra Francia, que mantiene su liderazgo como principal consumidor de la marca Tile of Spain, que ha crecido un 10 %; y Reino Unidos lo ha hecho un 8 %, y un porcentaje similar de crecimiento, también lo han registrado Marruecos, Libano y México. Unos aumentos que han servido para contrarrestar las caídas procedente de los países petrolíferos, que se han visto afectados por la bajada del precio del crudo, y del Este de Europa, como Libia, que ha registrado una bajada del 55 %, Arabia Saudí lo ha hecho un 13 %, la Federación Rusa baja un 24 % y la caída de Nigeria es del 36 %.

Ramos asegura que las previsiones para el próximo año «son positivas» y vaticina para 2017 «un crecimiento moderado» que no alcanzará los dos dígitos, pero en la parte negativa se encuentra la política fiscal adoptada en los últimos meses por el Gobierno para «cargar sobre las empresas el crecimiento de los ingresos de la Administración, y que van a repercutir sobre nuestra capacidad de inversión por que nos van a restar recursos a la hora de incorporar nuevos formatos o poner en marcha el modelo de la fábrica 4.0».

En este sentido, Isidro Zarzoso subraya que el aumento de la presión fiscal «no va a favorecer ni a la creación de nuevas empresas ni al crecimiento de empleo», al tiempo que reivindica la recuperación de la bonificación por eficiencia energética, un plan de rehabilitación de viviendas a nivel nacional y un corredor mediterráneo «cuyos trenes lleguen hasta Europa».