La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge que la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Según la OMS, los niños obesos tienden a seguir siéndolo en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil. n. s. castelló