Los vecinos de Nules no podían sospechar que los problemas de inundabilidad frente a sus casas en la intersección de las calles Betxí y Xilxes no era consecuencia de un embozo, si no de una mala ejecución de la obra de urbanización. Así lo pudieron comprobar los operarios de la Brigada Municipal cuando al acudir a limpiar un imbornal en este cruce, descubrieron que una instalación que se suponía debía evacuar el agua, no lo hacía porque no tenía ningún tipo de conexión con el sistema de alcantarillado público.
El hallazgo se produjo cuando, en respuesta a una petición trasladada al consistorio en una de las asambleas vecinales que se organizan de manera periódica en los diferentes barrios del municipio, los trabajadores de la brigada de obras se dispusieron a intervenir en lo que se consideraba un atasco del sistema de evacuación de agua.
La sorpresa llegó cuando al iniciar sus tareas descubrieron que, cuando se realizó la obra de urbanización «se instaló la caja del imbornal y la rejilla superior, pero no se conectó a ningún tipo de desagüe», según explicó el concejal de Urbanismo, Adrián Sorribes.
Desde el consistorio se considera que este es el origen más lógico para los problemas de inundabilidad para esta zona, dado que en época de lluvias, el agua que se canalizaba a través del imbornal, se acumulaba «al no tener ningún tipo de conexión».
Solucionado el problema
De este manera, lo que iba a ser un trabajo de desembozo, acabó requiriendo de la instalación de un tubo de desagüe que se ha conectado al red de evacuación de aguas pluviales. Según Sorribes, «a partir de ahora no tendría que haber ningún problema, aunque lo comprobaremos en las próximas lluvias».
El edil de Obras no pudo precisar ayer el momento exacto en el que se realizó esta urbanización, aunque manifestó que «debe de estar así desde hace mucho tiempo, porque esas calles hace años que se abrieron».
Esta no es la única sorpresa con la que se han encontrado los operarios municipales en los últimos meses. Recientemente, como informó Levante de Castelló, los trabajos para identificar el origen de unas humedades en la casa consistorial, acabaron descubriendo que la mala ejecución de una obra previa había perforado las canales que conectaban la cubierta del edificio con el alcantarillado.
En este caso el problema era más reciente, ya que lo provocó la instalación del tacógrafo que controla la entrada y la salida de los trabajadores municipales.
Al picar una pared falsa que ocultaba precisamente las canales de evacuación del agua de lluvia de la cubierta del ayuntamiento, pudieron comprobar como los cables de la instalación eléctrica atravesaban dichos tubos, facilitando la filtración que se acumulaba en el espacio entre la pared falsa y el muro de la estructura, provocando las humedades.
Por lo que respecta a actuaciones para eliminar los problemas de inundaciones en otras zonas del municipio, Adrián Sorribes destacó ayer la que se realizó con la remodelación de la calle Santa Ana y «las conexiones de pluviales de Santa Natalia». Además, aseguró que este año «está previsto seguir revisando estos puntos problemáticos y realizar mejoras en las pluviales del polígono industrial La Mina».
