Betxí está viviendo estos días el grueso de los actos más relevantes de la programación festiva en honor a San Antonio. Si ayer a última hora de la tarde tuvo lugar la popular «Matxà», en la que animales y propietarios recorrían varias calles del centro de la población, esta mañana tendrá lugar la cita más emblemática: la romería a la Muntanyeta en la que se encuentra la ermita de su patrón.

La importancia de estos días es indiscutible, tal y como defendió ayer el concejal de Fiestas, Salvador Rius, y así lo ponen de manifiesto los vecinos participando masivamente en las actividades propuestas, incluso teniendo en cuenta que aunque es fiesta local, no lo es en otros municipios, lo que puede dificultar la asistencia para personas que trabajan fuera de Betxí, sin embargo «seguimos manteniendo esta tradición tan nuestra».

La fortaleza de esta celebración está directamente vinculada a la identidad de cualquier vecino de Betxí. Al tratarse de unas fiestas con un componente popular tan alto, la asistencia suele ser familiar, pequeños y mayores se suman tanto en el pasacalle de los animales para recibir la bendición del patrón, como en la romería. Por si ese legado de generación en generación no fuera suficiente, la apuesta del ayuntamiento es decidida en este sentido.

Una costumbre de estas fechas consiste en recorrer los colegios de la localidad para repartir entre los escolares los típicos rollos bendecidos, «es una manera de integrar a los centros en la celebración». Así, la comitiva oficial fue recibida por los más pequeños con el entusiasmo propio de cualquier fiesta, «realizando sus propias hogueras simbólicas».

Aunque sin duda, el momento más esperado por todos es la «Matxà». Como recordó Rius, los participantes «se reúnen para pegar la vuelta a la hoguera y después volver a la plaza Mayor donde se reparte el rollo de Sant Antoni, confeccionado por las panaderías locales». En total ayer se distribuyeron 4.000 unidades, «todo el mundo participa, tengan mascotas o no».

3.000 coquetes para la romería

Igual de multitudinaria se espera la romería de hoy, en la que, a la llegada de los asistentes a la muntanyeta «repartiremos 3.000 coquetes de sal bendecidas». Entre todos los participantes, como cada año, habrá un invitado de excepción, el clavari de Sant Antoni 2017. Para esta ocasión, el Ayuntamiento de Betxí decidió elegir a Francisco Torres Doñate, un vecino de la localidad de 84 años de edad, «una persona muy emblemática de Betxí», que está con la vida local desde muy pequeño, entre otras cosas con el coro parroquial y la coral polifónica. «Todavía canta el miserere en Semana Santa».