La Audiencia de Castelló juzga a partir de las 09:30 horas a un quiromasajista de Betxí acusado de cometer entre 2005 y 2006 cuatro delitos de abusos sexuales y dos delitos de intrusismo.

El acusado, que responde a las iniciales E.R.A.I., se enfrenta a una petición de pena de las partes de 8 años de prisión por 4 delitos de abusos sexuales cometidos prevaliéndose de una situación de superioridad, así como la inhabilitación especial durante tres años y dos multas de 3.600 euros por dos delitos de intrusismo por arrogarse tareas propias de la profesión de psicólogo y de fisioterapeuta.

Las víctimas relatan, tal y como consta en el escrito de acusación, que el procesado «excedía de su cometido como masajista al aplicar masajes a situaciones clínicas infradiagnosticadas o no diagnosticadas, sin prescripción facultativa, que son propias del control médico y psicológico» y que «nunca debe realizar un quiromasajista, como se identifica el acusado».

Los hechos por los que se juzga a E.R. sucedieron entre 2005 y 2006. Las víctimas testificaron que el acusado generaba una situación de superioridad en la que se ofrecía como mediador para solucionar problemas de carácter físico o psicológico que bien sufrían ellas mismas o bien era generado por el propio acusado mediante sugestión.

Una de las denunciantes relató que acudió a su consulta con un dolor de espalda y el acusado le dijo que «había mucho por resolver». En su testimonio manifestó que primero empezó con los masajes, pero que a través de la dialéctica le hizo creer que tenía un trauma psicológico y que la solución era «aprender a desnudarse en público sin problemas».

Esta testigo relató que a través de la constancia y bajo dominación psicológica accedió al abuso sexual, hasta el punto de causar un sentimiento de victimización. Así mismo, según esta testigo, el acusado apartaba a las personas de su círculo más próximo, asegurando que eran ellas las que causaban los problemas físicos o psicológicos para cuya resolución ofrecía tratamientos drásticos en los que mediaba el abuso sexual.

El acusado, que fue detenido en su día, mantiene en la actualidad su actividad comercial como quiromasajista en la misma localidad de Betxí.