El juzgado de instrucción número 6 de Castelló asume hoy la causa del crimen de Miguel N., el joven del barrio San Lorenzo, que fue asesinado tras varios hachazos. Comparecerá hoy el acusado de 23 años, quien todo hace indicará que continuará en prisión provisional y sin fianza. Los tres supuestos autores están acusados de un presunto delito de asesinato. Los menores permanecen en centros de reclusión de fuera de la provincia. El interrogatorio efectuado al arrestado adulto, de 23 años, ha ratificado que los tres jóvenes implicados quedaron con Miguel en la alquería de uno de los menores el día 6 de enero y que ese mismo día le quitaron la vida en el garaje y lo enterraron atado y muerto en un huerto cercano.

El cadáver fue encontrado con una bolsa en «la cabeza». Se la pusieron porque daba «grima verle la cara», según la declaración ante el juez del joven de 23 años a la que ha tenido acceso este diario. La Policía Nacional investiga una posible deuda como el móvil principal del crimen. En la citada comparecencia, el varón mayor de edad explicó que el menor de 17 años citó a Miguel para venderle unas cosas porque «necesitaba dinero» y manifestó que en un momento dado, sin concretar el por qué, los tres le atacaron con varias hachas. Explicó ante la juez que estaba «mareado» por el consumo de drogas y apuntó que siguió indicaciones del chico de 17 años sin especificar las razones. Afirmó que la muerte no fue planificada de antemano, pero espetó que en el garaje donde se produjo el crimen había varias hachas, una de las cuales se la facilitó un menor para que golpeara a Miguel, aseveró. Luego, añadió, trasladaron el cuerpo sin vida a un campo cercano. Asimismo, añadió, los tres pasaron la noche en la alquería.

Según fuentes cercanas al caso, Miguel llevaba cerca de 30 euros en los bolsillos y un móvil en el momento que fue asesinado, unos objetos que al parecer desaparecieron. Un menor, según fuentes judiciales, mencionó, por su parte, la existencia de una deuda en torno a 100 euros de alguno de los menores con la víctima.

A los investigadores les ha sorprendido la frialdad de los presuntos autores y en la calificación inicial de la causa judicial se les imputa presuntos delitos de asesinato citando el artículo 139 del Código Penal, que considera este delito cuando una persona quita la vida a otra con alevosía, por precio, recompensa o promesa, con ensañamiento o para facilitar la comisión de otro delito. Según fuentes del caso, el adulto de 23 años puede ser condenado de 15 a 25 años de cárcel. En los menores, en el caso del chico de 14 años, la pena máxima puede de 5 años de reclusión en un centro de internamiento, mientras en el de 17 años es de ocho años. Si concurren otros delitos las condenas podrían a ascender a 30, 6 y 10 años, respectivamente.

La juez que instruye el crimen de Miguel decretó a última hora del pasado sábado el ingreso en prisión y sin fianza del varón de 23 años y puso en manos de la fiscalía de menores a los otros dos detenidos, que fueron enviados a centros de internamiento situados en otras provincias para evitar posibles represalias. También investiga si una cuarta persona era conocedora de los planes de los tres arrestados. Según ha podido saber este diario, ésta cumple condena en un centro de menores por otra condena pero podría ser sabedor de las circunstancias del crimen.

Cabe recordar que la viuda puso una primera denuncia por la desaparición de su marido. El cuerpo fue hallado sin vida el jueves.