La muerte de Miguel N. ha causado una gran conmoción en el barrio de San Lorenzo de Castelló. Era una persona muy querida y nadie da crédito a lo sucedido.

Una representación de vecinos de San Lorenzo se reunirá hoy con el subdelegado del Gobierno de Castelló, David Barelles, para abordar de qué forma se puede auxiliar asistencialmente a la viuda y a los dos hijos del fallecido. Los niños son de temprana edad y uno de los mismos padece una grave enfermedad. Miguel se desvivía, según relatan desde San Lorenzo, por poder mantener a sus hijos. Su familia se queda en una situación económica delicada. Los representantes vecinales mantendrán por ello hoy un encuentro con el subdelegado para explicarles el drama de la familia y estudiar posibles soluciones.

Las muestras de tristeza se sucedieron el lunes por la tarde durante el funeral de Miguel. Cerca de un millar de personas se acercó a lo largo del día por el tanatorio de la carretera de Borriol para despedir a su vecino. «Era un buen chico», es la frase que más se repite en el vecindario, que espera que caiga todo el peso de la ley sobre los autores materiales del crimen. «Es una tragedia», indican otras fuentes vecinales.

El barrio ya se movilizó cuando el pasado 6 de enero los familiares de Miguel denunciaron su desaparición. «Solía llamar cada media hora a sus hijos, con lo que cuando dejó de hacerlo su familia se extrañó», afirmaron desde el barrio.

El recuerdo de este crimen costará de borrar en San Lorenzo.