El Ayuntamiento de Castelló ha repartido 2.200 cubos entre más de 7.000 vecinos para iniciar el próximo lunes, 23 de enero, la prueba pilota sobre la recogida de residuos orgánicos. Con una inversión de 107.000 euros, se han instalado hasta 56 contenedores marrones en tres zonas muy concretas de la ciudad.

A diferencia del servicio puesto en marcha en otros municipios de la provincia, como Onda, Almassora o Vila-real, se trata de analizar la respuesta de la ciudadanía para, en el caso de resultar exitosa por su aceptación, ampliar la medida a la totalidad del término municipal.

Por ello, el proyecto cuenta con la colaboración del Instituto de Gestión de Residuos Sólidos de la Universitat Jaume I, que se encargará de valorar los resultados de la experiencia una vez finalizado el plazo estipulado para la misma. Esto es, seis meses.

Durante este tiempo, los residentes de medio centenar de calles repartidas en tres distritos diferentes de la ciudad depositarán sus residuos orgánicos en contenedores.

Los zonas afectadas por el proyecto experimental son el centro histórico, en un área con una población de 3.956 personas; el distrito Norte (1.451 habitantes); y la zona Oeste -concretamente el barrio Raval Universitari-, con 2.244 residentes.

Reciplasa participa activamente en la iniciativa. No sólo por asumir la financiación, sino porque en sus instalaciones se almacenará los residuos orgánicos para transformarlos en compost, que se utilizará en jardinería.

Tampoco se descarta que los agricultores locales puedan beneficiarse del abono ecológico, aunque habría que estudiar la fórmula para ello, según confiesan la propia presidenta de Reciplasa y concejala de Participación Ciudadana, Ali Brancal, y el edil de Ordenación del Territorio, Rafa Simó.

Para que los resultados inviten a aplicar el proyecto al resto de la ciudad, los munícipes recuerdan la importancia de seguir estrictamente las indicaciones de los trípticos distribuidos en los domicilios. Así, en ellos se explica claramente que los cubos de recogida sólo podrán contener sobras de comida, cocinada o no, como carne, pescado, cáscaras, fruta, verdura y alimentos caducados; café e infusiones; restos de jardinería y papel con residuos orgánicos.

La introducción de lo que se denomina quinto contenedor se suma a los existentes para reciclar plástico, vidrio y cartón.

Además del reparto gratuito de barreños para separar los residuos orgánicos en origen, el Ayuntamiento de Castelló, a través de la empresa adjudicataria del servicio, ha activado una campaña informativa entre los vecinos sobre la importancia del reciclaje y con información práctica sobre qué se consideran residuos orgánicos y qué no.

Tamaños y volúmenes

Respecto a los contenedores, difieren en tamaño y forma según el área por el tipo de recogida. En la zona centro, se localizan los más pequeños, de apenas 240 litros, ya que serán descargados directamente por operarios especializados en el camión (servicio de puerta a puerta).

En las otras dos zonas, el volumen de capacidad es mayor: 1.000 litros si la carga se realiza en la parte trasera del vehículo mediante un sistema de grúa; o 2.400 litros si el proceso es lateral.