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Hito «celestial» en La Vilavella

La suspensión por la lluvia de la misa en la ermita de Sant Sebastià no se producía desde 1952

El mal tiempo ha provocado que en la Vilavella se haya producido estos días un hecho histórico ya que, como recordó ayer la alcaldesa, Carmen Navarro, «la lluvia nunca había provocado que la romería y la misa tuvieran que suspenderse». La última vez que se recuerda que sucediera algo así fue en el año 1952, «algún año ha llovido para la feria, pero el día del patrón como para obligar a suspender los actos».

Así, las fiestas de Sant Sebastià de este año se están caracterizando por la excepcionalidad, como consecuencia del temporal del frío que está azotando a la provincia de Castelló. Pese a todo, los vecinos de la Vilavella están dispuestos a disfrutar de estos días a pesar del mal tiempo. Tanto es así que a pesar de las gélidas temperaturas registradas ayer, durante toda la jornada pudo verse a grupos de personas acercándose a la feria «sobre todo para que los niños disfruten de las atracciones».

Con todo, la familia de la Vilavella que más provecho está sacando de estas adversidades climatológicas es la del clavario de este año, el concejal de Fiestas, Domingo Rodríguez, que este año acogía la imagen de Sant Sebastià en su domicilio la víspera del día grande, aunque su estancia se está alargando hasta el punto que no será hasta mañana, un poco antes de la procesión, cuando el patrón volverá a la parroquia para participar en el último acto de la programación.

En la Vilavella es tradicional que el clavario instale un dosel en algún espacio de su domicilio para velar al patrón el día antes de la fiesta mayor. En esta vela participan gran cantidad de vecinos, que acuden durante toda la noche para acompañarlo. La familia del clavario decidió ayer facilitar la visita al patrón de sus devotos, de manera que cualquier persona puede ver el dosel en cualquier momento, aprovechando esa excepcionalidad que la ola de frío ha provocado. De este modo, como se defendió desde la Parroquia de la Sagrada Familia «no vale la pena lamentarse, si San Sebastián no tuvo miedo a las flechas, tampoco nosotros al agua».

En cuanto a la jornada de ayer, la feria estuvo disponible a lo largo del día con precios más económicos en las atracciones, aunque con escaso ambiente. En cuanto a los actos culturales programados, se celebró sin inconvenientes la entrega de premios del concurso de fotografía, que se completó con la presentación de las obras ganadoras de los certámenes de literatura y poesía.

En este caso, las inclemencias del tiempo afectaron indirectamente a su celebración, dado que una de las protagonistas, la escritora de Nules, Lola González Montolio, autora de «Hasta que Olegaria nos separe», excusó su asistencia al estar aquejada de una gripe. Sí que estuvo presente la autora del poemario «Els pecats capitals immanents», escrito por Imma Monlleó.

Estas fiestas, aunque hasta el momento no se han lucido como se esperaba, se estrena la restauración de un elemento patrimonial: la peana procesional del patrón.

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