Benicàssim despidió ayer unas fiestas en honor a Sant Antoni y Santa Águeda que, al menos durante los últimos días de la semana, han tenido que lidiar contra el mal tiempo. La lluvia que hizo acto de presencia a partir del miércoles obligó a modificar algunos actos, como el Día de las Paellas del pasado viernes, que debió limitarse a locales cerrados. Con todo, la población vivió ayer su última jornada festiva con los toros como protagonistas.

El ganadero local Jaime Tárrega fue el encargado del encierro y la posterior prueba de ganado del mediodía. Los actos taurinos continuaron por la tarde, con una exhibición de toros y vaquillas del pastor de Orpesa Alberto Garrido. Los animales del ganadero Javier Tárrega, también de Benicàssim, protagonizaron la posterior suelta de astados.

La jornada contó, además, con la ópera infantil «La petita flauta mágica» de la compañía Petit Liceu Familiar de Barcelona, talleres y actividades infantiles, un concurso de pesca y la entrega de los premios de la «coqueta» en el pabellón. El Ayuntamiento de Benicàssim anunció, a través de las redes sociales ,la suspensión del «correfoc» y el castillo de fuegos por motivos de seguridad debido a la previsión meteorológica. «La seguridad es una de nuestras máximas a la hora poder disfrutar los eventos y las previsiones consultadas nos indican unas rachas de viento superiores a los límites permitidos para disparo de fuegos artificiales», explicó el consistorio en un comunicado.