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Opinión | Las cuarenta

Trump y Cruz

Igual resulta más fácil derrocar a Donald Trump de la presidencia de los Estados Unidos, que enviar a David Cruz del CD Castellón!!!

Igual resulta más fácil derrocar a Donald Trump de la presidencia de los Estados Unidos, que enviar a David Cruz del CD Castellón!!! Así se las gastaban el otro día durante una comida de conspicuos aficionados albinegros a la que me invitaron para acabar llorando juntos por la zozobra y la sinrazón en que descollamos.

La tesis planteada tampoco resulta tan disparatada, habida cuenta la condena universal, pero sobre todo aprovechando los recovecos del engranaje político americano. No en vano, no son pocas las dudas y las críticas en el seno del Partido Republicano, que al fin es quien aprobará o rechazará leyes, ora en el Congreso ora en el Senado, en feliz aplicación de la separación de poderes de Montesquieu. Eso es lo que echamos en falta aquí, un sistema para depurar aquellos residuos que nos cuelan de rondón. Porque por muchas acciones y legislación mercantil que se esgrima, debería regularse la corrección oportuna cuando no se trata de una empresa al uso, cuando el negocio se desarrolla sobre propiedades municipales, solicita subvenciones públicas y se sustantiva sobre sentimientos e historia en una conjugación sin parangón.

Poco podemos hacer en uno y otro caso, venía a decir una voz cadente y experimentada. Pero la unanimidad contestó airada. Si no nos preocupamos, si no reclamamos, nadie lo va hacer por nosotros. Así que vale la pena intentarlo y sumarse a las manifestaciones.

Más allá de denunciar el desvarío en la Casa Blanca, que también, a la mesa le preocupaba dejar constancia de que en Castalia no nos resignamos ante la agonía a la que nos condenan, que pediremos responsables por acción y por omisión, oséase a los culpables y a quienes no hicieron nada por evitarlo. Y en esa línea de activismo, además de protestar, colaborar en las acciones judiciales que se han iniciado y las que se puedan acometer en el futuro. No sólo aplaudiendo, que de momento parece que ha sido el único reconocimiento tácito mientras los costes se han venido asumiendo por cuatro locos que nos regalan tiempo y billetes, y a cambio sufren el incomprensible vituperio de aquellos que exigen unidad y ofrecen intrigas.

Pero como el camino judicial deviene largo y sinuoso, a quienes parecen dispuestos a emprender la vía directa de la compra también cabe plantear las mínimas condiciones de transparencia para evitar que se repitan los errores que hemos perpetuado con Osuna, Blasco, Laparra, Miralles, Jiménez, Cruz y cía. El proyecto no se puede fiar al aval de la cesión durante 20 años del estadio Castalia por la burda mejora de las cuentas al convertirlo en un activo. El Castellón necesita tangibles, de entrada 4 millones de euros para evitar la causa de disolución. Todo lo demás son parches, y la indefinición del grupo de Bruixola, por mor de sus prisas en salir a escena, alimenta más la duda que la esperanza.

Y resulta difícil creer que Cruz acepte 500.000 euros -esa dicen que es la cantidad-. Primero porque con ese dinero no tiene suficiente para atender el millón que el juez dictaminará debe abonarle a Osuna. Y segundo porque es demasiado barato para lo que pueden desvelar luego las auditorías.

Continuaron los paralelismos durante una extensa sobremesa: Megalómano, narcisista, bipolar, provocador.... Una forma de forzar el diagnóstico único en busca del mismo remedio redentor, con atrevidas analogías sobre la conciencia colectiva y la movilización, a la espera de ese Amparo institucional que atienda tantas suplicas y aparte de nosotros este cáliz (y aquél). Hombre, sentencié yo, al menos Trump tiene dinero. Cruz carece del mismo y acumula ya otra nómina impagada a sus empleados y, desde la semana pasada, otro plazo incumplido con Hacienda. Antes de junio tiene que resolverse todo o Cruz se llevará por delante el Castellón.

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