Tras unos meses sin voz, la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en Castelló retoma su actividad de la mano de Sonia Lapierre y Tean Viciach. Se marcan el reto de que los dependientes vean reconocidos sus derechos.

¿Por qué ha decidido tomar las riendas de la plataforma?

Hemos activado la plataforma porque en este tiempo en el que no ha habido actividad nos hemos dado cuenta que nadie nos escuchaba, no teníamos voz, y en Castelló también hay dependientes. Y por nuestros hijos. Hay mucha gente que tiene miedo o vergüenza a salir a la calle así que, al final, decidimos ser nosotras quienes le dieran el impulso que necesitaba.

La concentración por el aniversario de la aprobación de la Ley de la Dependencia apenas congregó a gente, ¿por qué cree que pasa esto?

Supongo que será porque tendrán miedo a que si se quejan les quiten lo poco que nos queda. Pero tenemos que ser más reivindicativos. Si la gente saliese a la calle y se hiciera oír, muchas de las cosas no pasarían. No hay que olvidar que la Comunitat Valenciana es de las peores que está en dependencia. Ninguna está tan desamparada.

¿Se ha notado el cambio de gobierno?

Sí, se ha notado. Así como antes hemos estado hasta cinco meses de retraso para cobrar la ayuda, ahora sí que van a mes vencido. Dijeron que hasta el día 5 daban de plazo pero normalmente nunca pasan del 2 o el día 3. Eso sí que lo hemos notado.

En su caso, ¿qué necesidades tiene la persona dependiente que está a su cargo?

Logopeda, psicopedagogo, el trabajo de socialización, la cuota de asociaciones, cada quince días va a un piso tutelado, natación para la movilidad...

De todo ello, ¿qué tiene subvencionado?

Nada, y he llegado a pagar mil euros al mes en medicamentos. Cada sesión de logopeda y psicopedagogo son 50 euros, dos días a la semana, todos los meses menos agosto. Es un trabajo de todos los días y no lo puedes dejar. Y a la piscina va un día, porque no se llega a más. Hay gente que puede pensar que queremos vivir de la sopa boba, pero no es así. No trabajamos porque no podemos. Levantarse por la mañana, el vestirse, el desayunar y el ir al colegio es una guerra, una lucha.

¿Qué retos se han propuesto alcanzar?

Lo único que pedimos es que se nos reconozcan los derechos que tenemos. Que si tenemos derecho a todo lo que estamos hablando que se cumpla. Que los dependientes tengan derecho a una vida.