Un fin de semana como el pasado nos deja un buen sabor de boca y nos puede llevar a la más profunda de las reflexiones. No hablo de nada personal como alguno puede haber pensado sino de los triunfos deportivos que han llegado y que han tenido como protagonista a alguien de Castelló. Me refiero, como era de esperar, al éxito cosechado por Sergio García en Dubai y a los dos puntazos que Roberto Bautista dio a España en la Copa Davis.

García y Bautista. Bautista y García. Dos deportistas castellonenses de primer nivel, amigos fuera del mundo del deporte y socios en La Coma. Dos deportistas a los que se podría decir que la suerte les ha sonreído y cuyas carreras, antes o después, han sido reconocidas. La del Niño -apodo con el que hoy en día todavía se le conoce pese a tener ya 37 años-, fue y es una carrera meteórica y longeva, culminada por numerosos títulos y contratos de patrocinio que a más de uno le gustaría tener.

La de Bautista es otra historia algo más diferente, pero al de Benlloch también le ha tocado demostrar año tras año que podía llegar a donde ha llegado. Solo cuando llegó a ser el décimo tercer mejor tenista del mundo, empezó a ganar títulos, llegó a los Juegos Olímpicos y ahora ha sido parte fundamental en el último éxito de España es cuando se le han ido abriendo otras puertas.

Pero, lamentablemente, no todos nuestros deportistas son García y Bautista. Hay otras muchas personas que se dedican de forma profesional al mundo del deporte y cuyos éxitos no van acorde con las ayudas que reciben. Y es ahora donde entra mi reflexión del fin de semana y aquí donde me gustaría hacer un llamamiento a las empresas privadas para que se animen a patrocinar a nuestros deportistas y clubes.

Tengo claro que la crisis ha afectado a todos los sectores y que las prioridades han cambiado en tiempos de vacas flacas pero, ¿por qué no se les puede dar una oportunidad a todas esos clubes y deportistas que compitiendo fin de semana sí y fin de semana también por todo el mundo son nuestros mejores embajadores? La vía del patrocinio deportivo es una vía en la mayoría de los casos rentable y considero que muchas empresas están en disposición de explorarla.

En Castelló podemos presumir de tener equipos de primerísimo nivel y deportistas 'top', pero parece que el dar una oportunidad no está muy de moda y eso debería cambiar? o por lo menos debería intentarse. Nos infravaloramos, no concedemos a la gente las oportunidades que se merecen y muchas veces no somos conscientes de la importancia de los triunfos que consiguen por eso, si entre todos les ayudamos, seguirán dándonos alegrías como las de García o Bautista. ¿Por qué no lo intentamos?