La disolución de la actual Confederación de Empresarios de Castelló (CEC) va ganando peso entre los agentes económicos de la provincia por su abultada deuda de más de dos millones de euros, pero los movimientos de la patronal provincial valenciana (CEV) para liderar una nueva organización autonómica restando poder a Castelló y Alicante no convencen a una buena parte de empresarios de Castelló. Un grupo de empresarios de Castelló aboga por cerrar la CEC y crear un nuevo «lobby» provincial que mantenga la actual independencia de Valencia.
Esta idea ya se planteó en la época de José Roca y Rafael Montero, pero los anteriores dirigentes de la CEC desecharon esta posibilidad. Ahora esta iniciativa se presenta para un sector de la patronal como una tercera vía entre la corriente que apuesta por la continuidad de la actual CEC y otra que respalda la propuesta de la CEV.
La junta directiva de la organización castellonense celebró en octubre una votación para decidir si se mantenía la CEC o se formaba una patronal de nuevo cuño. Entonces, la mayoría de la cúpula directiva optó por la primera alternativa; hubo 11 votos a favor, cuatro abstenciones y dos en contra. Entre los valedores del cierre de la estructura actual se encontraba Ascer. Los dirigentes de la CEC mostraron sus dudas legales a una posible refundación ya que, según apuntaron, un juez podría considerar este cambio una sucesión empresarial y no dar vía libre al impago de las deudas de la antigua patronal que se quedarían sin pagar.
A partir de ese momento la situación de la CEC se ha visto agravada; en noviembre entró en concurso de acreedores y la devolución de los 2,2 millones es vista como una entelequia. La gestora que la dirige ha intentado negociar una quita con la Cierval, pero la CEV, que es la única patronal saneada de las tres provinciales, se ha mostrado contraria a asumir las deudas de Alicante y Castelló y ha iniciado el camino para transformar su provincial en una autonómica.
Los empresarios de Castelló se encuentran de esta forma en una encrucijada: aceptan la invitación de Valencia, lo que supondría convertir a la patronal provincial en una sucursal autonómica sin casi influencia ante los representantes políticos, o impulsan una opción diferente a la CEC pero conservando su independencia de Valencia.
El cese de actividad de la CEC parece que es irreversible, según admiten en el seno de la entidad, ya que afirman que es casi imposible que se puedan devolver los 2,2 millones, de ahí que un grupo de empresarios de Castelló se empiece a mover para propiciar el resurgimiento de otra patronal provincial, que sería una especie de «lobby» que contaría con una mínima estructura administrativa pero que no estaría tutelado por la patronal valenciana. Desde la CEV (Valencia) se asegura que cuentan con el respaldo del azulejo en su nueva aventura, aunque Ascer no se ha manifestado públicamente al respecto. La gestora de la CEC convocará su asamblea en dos semanas. «Hay dos soluciones, o se paga lo que se debe o se disuelve», señaló un empresario.
