Largo objeto de deseo por parte del club de la Plana Alta, el albinegrismo no se cansa de esperar a Rubén Fonte. El delantero afronta el domingo una nueva oportunidad para tratar de afianzarse en la punta del ataque orellut. La baja por sanción del ariete Esaú Rojo abre una rendija para la titularidad del atacante de Borriana, que marcó en Buñol saliendo desde el banquillo su cuarto gol de la temporada.
La historia albinegra de Fonte, que en mayo cumplirá 29 años, viene de lejos. El ex de Villarreal C, Ontinyent, Zamora, Borriol, Levante B, Reus, Eldense y Acero, firmó por el Castellón en el verano de 2015, pero bien pudo hacerlo antes, en varias ocasiones. Especialmente cerca estuvo en 2014, pero según explicó «un malentendido» entre el club y su exrepresentante abortó la operación. Quizá por eso, celebró semanas después, con gestos de que debía estar ahí, el 0-1 que anotó con el Acero en Castalia, en el último minuto.
«Sentía rabia», dijo Fonte al firmar por el Castellón, «porque pensaba que debía estar ahí jugando». Una rabia que repitió desde la grada cuando presenció la promoción fallida de 2015, porque en enero el Acero no le dejó salir, otra vez, y que se alargó, lesiones mediante, en el 2016.
Porque las lesiones han marcado la trayectoria de Fonte en el Castellón. De albinegro, empezó como un tiro, con 3 tantos en sus 3 primeros partidos, evocando al Fonte que alcanzó la treintena de goles en el Borriol, pero el curso se torció con la lesión de hombro que sufrió contra el Ontinyent, en Castalia, en el principio del fin de Calderé. Aquella lesión era en realidad una recaída en la dolencia en el hombro nacida el año anterior, cuando se lesionó celebrando un gol con el Acero.
El hombro torturó la rutina de Fonte. Evitó el quirófano, pero la enésima recaída, una con la selección valenciana amateur, finiquitó un curso que finalizó con 558 minutos y 4 partidos de titular. Fonte acabó junio viendo cómo el Castellón perdía el ascenso, desde la grada visitante de Gavà.
Arropado por Castalia
Recuperado del hombro izquierdo, este debía ser el año de Fonte. Marcó en la primera jornada al Rayo Ibense en el exilio de Onda, pero no terminó de contar para Frank Castelló, el anterior entrenador, que prefería jugar con un delantero, habitualmente. Pese a ello, Fonte tuvo sus momentos, apariciones: el cabezazo impecable contra el Paterna o el gol decisivo en Borriol. Por el camino, Castalia mostró una comprensión infinita, arropándole en el error como no suele hacer con ningún delantero. En Castalia se le quiere y se mantiene la convicción: con continuidad será ese goleador que no ha encontrado el Castellón en Tercera. En las últimas temporadas, los máximos realizadores fueron mediapuntas.
El domingo, en el 2-2 en Buñol, Fonte marcó su cuarto gol del curso. «Mi ilusión es subir al Castellón y por eso aguantamos muchas cosas», deslizó. Ese deseo se ha traducido en la práctica, a menudo, en un exceso de ansiedad de cara a puerta. «Al principio el balón no quería entrar, pero ha cambiado la suerte», apuntó. El nuevo dibujo le ayuda: Manu Calleja junta a dos delanteros en punta.
Los cuatro goles de Fonte han sido a un toque, especialista, subrayando su rasgo rematador. Acumula 647 minutos y 8 titularidades. El domingo contra el Muro (17.00 horas) se espera la novena. Una tarde para Rubén.
