El sector de la construcción parece que ha frenado su caída y ha activado las primeras promociones de obra nueva en la provincia de Castelló tras nueve años de parálisis. En la capital de la Plana han brotado anuncios de edificaciones de nueva construcción en barrios como Lledó, Sensal y el Grau.
«Desde verano se nota algo más de actividad y se empieza a ver obra nueva», destacaron desde la asociación de constructores de Castelló. Subrayaron que el repunte todavía no es significativo pero destacaron que al menos supone el fin del vertiginoso desplome que ha sufrido el sector en los últimos años. En Sensal y Lledó, dos zonas de expansión de la ciudad, se quedaron a medio construir con la llegada de la crisis y, ahora, algunos de sus solares, prevén ser ocupados.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Castelló, Jaume Prior, resaltó que ha crecido levemente „en torno a un 5 por ciento„ la cifra de ingresos procedentes de visados, lo que significa, apuntó, que se están realizando promociones de nueva planta. Entre otros motivos de esta mejora, mencionó que las entidades bancarias han abierto algo el grifo crediticio.
Las últimas cifras de licencias de obra del Ministerio de Fomento constatan este repunte e indican que crecieron de enero a noviembre de 2016 un 35 por ciento respecto al mismo periodo el año anterior. Se aprobaron 534 en la provincia, de las que 153 correspondían a bloques de vivienda (el resto son unifamiliares).
No obstante, el presidente del colegio de arquitectos advirtió que el sector no ha recuperado el vigor de antaño y que mantiene el estado de apatía.
Constructores y arquitectos desvincularon el «stock» de casas por vender de los problemas en el sector, ya que, según recordaron, la mayor parte de este excedente se sitúa en los municipios de la costa. Las grandes ciudades de la provincia como Castelló y Vila-real tienen, sostuvieron, un «stock», razonable.
Cabe recordar que Castelló es una de las provincias de España con más excedente inmobiliario. A finales de 2015 contaba con más de 20.000 viviendas sin ocupante. La actividad de la construcción lideró el crecimiento económico de los años anteriores de bonanza. En 2008 pinchó la burbuja inmobiliaria y el país inició una etapa de crisis de la que ahora empieza a salir a duras penas.
Las exportaciones de los sectores de la cerámica y agroalimentario y el turismo se han convertido en los últimos tiempos en los pilares del tejido productivo castellonense.
