La tecnología patentada por la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló que permite conocer la biocompatibilidad de los implantes es útil para tres sectores. En primer lugar para los fabricantes de prótesis médicas, sobre todo, a las dedicadas a implantes dentales, prótesis de cadera y prótesis de rodilla— que podrán saber qué materiales son compatibles con el organismo. También a los centros de I+D ya que la técnica posibilita el desarrollo de nuevos materiales para prótesis o medicina regenerativa a menor coste y tiempo. Permitiría multiplicar la productividad de las empresas centros de investigación. Y en el sector sanitario —en particular, clínicas dentales, hospitales— a partir de un simple análisis de sangre, se le ofrecería al paciente información detallada sobre si es susceptible de sufrir complicaciones en una operación de implantación de prótesis. n. S. castelló