Los alumnos del IES Honori García de la Vall d'Uixó se incorporaron ayer definitivamente a las clases en su reconstruido edificio, después de 2.340 días acudiendo a diario a un complejo de barracones que, según destacó la directora, Araceli Garasa «nadie echará de menos».

El traslado se ha producido de manera gradual y con relativa normalidad, de manera que en gran parte se ha conseguido uno de los objetivos de la dirección: que no se perdiera ningún día lectivo, «solo han dejado de impartirse algunas clases en las primeras horas, precisamente porque los alumnos han ido incorporándose poco a poco para que la entrada el primer día fuera organizada». Algo que también sucedió el viernes, «algunas clases estaban casi desmanteladas y en las últimas horas se tuvieron que sacar las mesas y las sillas». Aún así, como confirmó Garasa, tras la bienvenida, las clases programadas se han impartido.

Los aspectos fundamentales de cualquier traslado estaban cubiertos a primera hora de la mañana, sin embargo «como es normal en este tipo de situaciones, quedan algunos detalles, como algunas aulas en las que falta instalar los proyectores y las pantallas o quedan por hacer algunas conexiones en el aula de informática, pero hay que tener en cuenta de que todo estos sistemas han estado en funcionamiento hasta el último día en los barracones».

Las sensaciones en general, según ha transmitido la directora «han sido muy buenas». Los alumnos han notado la diferencia, destacando de manera especial que «no se oía la clase de al lado», uno de los inconvenientes principales de los barracones. Entre los alumnos más satisfechos se encontraban los de 2º de bachillerato «que ya pensaban que iban a acabar el ciclo en el otro centro, pero van a poder finalizar el curso en su instituto».

A todos ellos les recibieron a lo largo de la mañana tanto la directora como los profesores. En los primeros momentos se les han explicado las normas «porque en muchos aspectos no pueden ser las mismas que teníamos en un centro de barracones, como es el caso del uso del patio, de los aseos, las fotocopias?». Las nuevas indicaciones se han plasmado en una circular que se ha repartido entre todos los alumnos, pero además, en al bienvenida «les hemos dicho que esperamos lo mejor de ellos, que estamos convencidos de que saben hacerlo bien», a la hora de respetar las nuevas instalaciones, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que ha costado conseguirlas.

Más seguridad

Pero si hay una mejora que la directora destacada de manera especial es la que tiene que ver con la seguridad. «A partir de ahora podremos descansar al saber que los alumnos no tienen que cruzar una de las avenidas de acceso a la ciudad para poder asistir a las clases de Educación Física», aseguró Araceli Garasa. Y es que, entre los inconvenientes del complejo de barracones estaba el hecho de no contar con unas instalaciones adecuadas para realizar Educación Física, por lo que «todos los días, en todos los cambios de clase, algún grupo de alumnos tenía que cruzar esa avenida, y aunque iban acompañados de los profesores, no dejaba de ser un riesgo». Además, tampoco perderán el tiempo que debían emplear en los desplazamientos.

Respecto a la seguridad, la directora también recordó que a partir del primer día «se ha cortado la calle de acceso al instituto». Se trata de un vial estrecho con poca acera, por lo que se acordó con el ayuntamiento autorizar el cierre al tráfico de esa calle en las horas de entrada y salida, de manera que se garantice el bienestar del alumnado.

El de hoy será un día lectivo normal. Se limarán algunos detalles que han quedado pendientes «como que faltaban las papeleras, que se habían quedado en el otro instituto», o se realizarán pruebas con la calefacción para optimizar su rendimiento cuando el centro está lleno «porque los alumnos se habían quejado de que hacía calor», cuestiones todas «anecdóticas», que irán mejorándose a medida que todos se adapten a un cambio tan esperado.