Nerea López es licenciada en psicología y especialista en altas capacidades. Además, es ponente en colegios e institutos dando charlas y conferencias para familias, profesorado y profesionales relacionados con el sector infantil, y también ejerce de terapeuta en el Centro de Psicología Infantil Nerea López en Almassora. Ayer participó, junto al «coaching» de televisión Pedro García Aguado, en una conferencia sobre la «aventura» de educar. Antes de la charla, la psicóloga de Almassora concede esta entrevista en la que da las claves para que los padres sepan afrontar la educación de sus hijos.

¿Cómo conoce a su compañero de charla Pedro García Aguado y cómo surge la idea de colaborar?

En un curso de mediación y, un tiempo más tarde, empezamos a colaborar en trabajos específicos y conferencias, debido a la necesidad existente en la sociedad respecto a la falta de habilidades educativas de algunas madres y padres.

La conferencia se llama «La aventura de educar», ¿es en sentido figurado o realmente cree que educar es una etapa de riesgos y encontronazos?

Educar es una aventura porque a veces el resultado no es el que esperábamos. Es también un arte ya que no sirve un estándar, cada hijo es único y con una identidad diferente, se debe ser creativo según el tipo de hijo o de hija que tienes.

¿Cuál sería la base de una buena educación?

Normas, límites y consecuencias. Todo en un equilibrio de autoridad y cariño.

¿A partir de qué edad hay que inculcar normas y límites y cómo hacerlo?

Desde el nacimiento, marcando bien las comidas, las horas de sueño. A partir del año, estando muy pendiente de los peques. Todo lo que hagamos con sentido común de los 0 a los 12 años evitará comportamientos distintivos en la adolescencia.

¿Qué cambios socioeducativos se han experimentado en los últimos años?

La sobreprotección y la falta de capacidad de las familias en educar en el manejo de la frustración. Se malcría, se consiente en exceso y se les conceden sus deseos de forma inmediata, evitando así que aprendan a tolerar la frustración, de que las cosas, la vida en general, no va a ser siempre como ellas y ellos esperan.

¿Qué papel juega elementos externos como la familia y amigos en la educación de los niños?

Cito a José Antonio Marina: «El sistema (familia, escuela, amigos, administraciones públicas, gobierno) es como una tribu y para educar hace falta el compromiso de todos, pero para educar bien hace falta una buena tribu, no solo una tribu, una buena tribu».

¿Por qué algunos niños son conflictivos pese a haber recibido una buena educación?

A veces existen psicopatologías, factores que se les escapan a los educadores, aunque en menor cantidad, el mal comportamiento atiende a estas causas, todos los demás comportamientos disyuntivos son debidos a una educación inadecuada o a un estilo educativo incorrecto.

¿Qué hacer en esos casos?

En esos casos, lo mejor es la intervención por un especialista.

¿Todos los niños son recuperables?

Los que tienen que ver con una educación inadecuada sí, los que se deben a otras causas, dependerá de cada caso en concreto.