Castelló en Moviment y el Partido Popular, dos formaciones complemente opuestas ideológicamente hablando, están decididas a encontrarse en el camino. El objetivo común de precipitar el cese del cargo de confianza de la alcaldesa, Amparo Marco, tiene visos de convertirse en un acuerdo plenario inédito en lo que va de legislatura. Tanto es así que la posibilidad de consensuar una moción está más cerca que nunca, a pesar de lo que pudiera parecer el pasado jueves, cuando cada uno presentó un escrito por separado para solicitar el despido de Juan Ángel Lafuente como director de la oficina de Planificación y Proyección Económica, cuyo nombramiento sorprendió a los propios socios de gobierno del PSPV-PSOE el día que pasó por la Junta de Gobierno, el viernes 3 de febrero.

Los líderes de CSeM y PP, Xavier del Señor y Begoña Carrasco respectivamente, pretenden convenir el contenido de la moción antes de la junta de portavoces de mañana. «Vamos a intentar llegar a un acuerdo», asegura el primero, que reitera que una acción como la protagonizada por Marco «lima la confianza hacia la alcaldesa y el partido socialista».

Del Señor cree que «no resulta entendible, ni tampoco ético ni estético, que alguien que ha podido ser concejal, y renunció a ello, haya accedido un año después a un cargo de confianza». En este sentido, Carrasco califica de «muy grave el hecho» y recuerda que «para alguien que va en una lista (Lafuente era el número ocho en la candidatura de Marco), lo que más orgullo le produce es representar a su ciudad como concejal, lo que aquí no ha ocurrido».

El presumible entente entre CSeM y el PP contará con el beneplácito de Ciudadanos en la votación de la sesión ordinaria del próximo jueves, de manera que la mayoría plenaria solicitará el cese de Lafuente.

Según el reglamento interno respecto al funcionamiento de la corporación municipal, un acuerdo adoptado en pleno no obliga al equipo de gobierno a cumplirlo, ya que la prerrogativa de decidir administrativamente corresponde a la alcaldesa. Sin embargo, actuar en contra de él evidenciaría que «ha podido rectificar y no lo ha hecho», advierte Carrasco.

El empecinamiento de Castelló en Moviment por solicitar el despido no obedece a «una rabieta», como precisa su portavoz. Así, desde que trascendió la noticia, la formación asamblearia ha mantenido hasta tres reuniones con el PSPV-PSOE para abordar el tema, dos de ellas directamente con Marco. En todas, la negativa del Partido Socialista a dar marcha atrás se ha apoyado en la valía del propio Lafuente y en la imposibilidad de que éste pudiera asumir el puesto antes por sus obligaciones en la UJI, donde es profesor titulado desde 2002.

Las explicaciones no han convencido a CSeM. «El cargo lo pactamos a finales de 2015 y se incluyó en los presupuestos de 2016. Durante un año no ha habido nadie en este puesto, cuando seguro que habrá gente, como mínimo, con el mismo currículo», advierte del Señor.

Lafuente debía haber sustituido como edil a Carmen Oliver desde el 19 de enero del año pasado, cuando ésta hizo oficial su dimisión por motivos personales. El siguiente en la lista era él pero declinó el ofrecimiento en beneficio de Carmen Ribera, número 9.