Sant Joan de Moró se convirtió ayer en el escenario de una multitudinaria fiesta popular para conmemorar los primeros 26 años de la constitución del municipio. «Esta fiesta sirve para reivindicar nuestra historia y nuestras tradiciones. Somos un pueblo joven, pero con unas señas de identidad propias, bien definidas, de las que nos sentimos muy orgullosos», asegura el alcalde de la localidad, Vicente Pallarés, quien resalta que la totalidad de actos organizados «están pensados para ser disfrutados por todos los vecinos».

La celebración del 26 cumpleaños de Moró como pueblo tiene nombres propios, ya que se ha rendido un emotivo el homenaje a los más mayores del municipio: Francisco Pallarés Torners, Vicenta Martí Benet, María Fabregat Traver, María Palau Renau y Emilia Gil Andreu, todos ellos nacidos en 1927; así como a Emilio Renau Andreu, con motivo del centenario de su nacimiento.

Pero, además, la corporación municipal también ha nombrado Hijo Adoptivo, a título póstumo, a Ángel Baldayo Adsura, conocido cariñosamente por todos como 'el coeter'. Un homenaje que emocionó a su viuda y a la tres hijas del popular pirotécnico castellonense, Carmina, Marián y Lledó que han recibido numerosas muestras de cariño de todos los vecinos y, de manera especial, del artista Joan Ripollés, del que era muy amigo, y que no faltó al acto.

Tampoco faltaron los actos religiosos, las manifestaciones folclóricas y culturales, y las actividades infantiles, aunque el acto más popular fue la preparación de varias paellas monumentales que, además ha servido de escenario de una multitudinaria comida.