Un equipo formado por cuatro espeleobuceadores y varios compañeros de apoyo participaron este fin de semana en la primera incursión en les Coves de Sant Josep después de que en octubre de 2016 se realizara el descubrimiento histórico de la continuidad de la cavidad al menos en unos 300 metros, que es la distancia que pudieron recorrer en una maratoniana jornada de investigación, que el sábado tuvo su continuidad con el objetivo de «realizar la instalación definitiva con cuerdas para facilitar las entradas posteriores».
Como ya se anunció hace cuatro meses, aquel hallazgo fue el principio de un proyecto que tendrá continuidad, al menos por lo que se desprende del compromiso que han adquirido los espeleobuceadores y el equipo de gobierno del ayuntamiento de la Vall d'Uixó. Salva Luque, jefe del grupo de rescate del Consorcio de Bomberos de Alicante y miembro de la primera expedición, explicó que el sábado «en las 7 u 8 horas en las que estuvimos dentro de la cueva no tuvimos tiempo de completar la instalación, calculamos que nos quedamos más o menos a la mitad», entre otras cosas porque tuvieron que rehacer parte del trabajo de octubre «porque las últimas subidas del agua habían desmontado parte de la instalación».
Así, aunque todavía no se ha concretado la fecha, es muy probable que en breve se realice una tercera entrada para completar la colocación de lo que para los espeleólogos es fundamental: un sistema de cuerdas que les garantice una salida de urgencia con las mínimas garantías en caso de emergencia. Los sucesivos temporales y las consiguientes subidas y desbordamientos del río de San José de los últimos meses no solo han retrasado que se retomara la investigación espeleológica, sino que también han demostrado una evidencia que conocen muy bien los especialistas en espeleobuceo. «No es lo mismo hacer una instalación en una cueva, que hacerlo cuando hay un río», entre otras cosas, como confirmó Luque, «en unos de los sifones se notaba que ha habido bastante más agua y hay que tener en cuenta que cuando viene con fuerza se lo lleva todo por delante».
Los cuatro buceadores se dedicaron a consolidar una instalación «a prueba de subidas del río», aunque en una próxima entrada «volveremos con maquinaria específica para asegurar cabos y cuerdas», de manera que cuando concluya esta fase previa de su trabajo se puedan dedicar en exclusiva a realizar mediciones.
Por el momento, los mapas topográficos de que disponen «no están completos, son los que se suelen hacer siempre que se visita una cueva por primera vez». Una vez la instalación esté completada «nos dedicaremos a hacer las mediciones pormenorizadas» y solo entonces estarán preparados para dar el siguiente paso: tratar de descubrir si tras los 300 metros que exploraron hace cuatro meses hay algo más.
Entre los más convencidos de que las Coves de Sant Josep guardan muchas sorpresas se encuentra el concejal de Turismo, Jordi Julià, que de la expedición de ayer quiso destacar de manera especial «el trabajo desinteresado que están realizando estas personas», que incluso «insistieron en hospedarse en casas particulares para no generar ningún gasto al municipio».
Preparación
Julià destacó que «muy pocas personas están preparadas para hacer este tipo de investigaciones», ya que no solo hay que ser un experto espeleólogo, sino también un tipo de buceador muy concreto, ya que no es lo mismo sumergirse en el mar, que en cuevas como la de San José. En definitiva, «lo que están haciendo por la Vall d'Uixó no tiene precio, no solo por la dificultad de su trabajo y la poca gente capacitada que hay para hacerlo, sino por el gran valor simbólico que tiene para esta ciudad».
El edil confirmó que «siempre van a tener las puertas abiertas y nuestra disponibilidad para ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades». De manera que, por lo pronto, este equipo ha garantizado dos expediciones más como mínimo, una para completar la instalación de seguridad y comenzar con el topografiado, y otra para tratar de marcar otro hito histórico: descubrir cuál es el nacimiento del río de San José.
