El Ayuntamiento de Castelló suprime la figura del ermitaño de la Magdalena que ha regentado durante 16 años el exconcejal y actual diputado autonómico del PP, Miguel Ángel Mulet, y ha transformado este cargo en un reconocimiento honorífico de un año de duración que distinguirá a colectivos o personas que se han significado por la fiesta y la cultura en la ciudad. El consistorio asume la vivienda del ermitorio, que hasta ahora ha tenido una utilización particular del ermitaño, y estudia darle un uso museístico. La alcaldesa, Amparo Marco, firmará su destitución el próximo lunes, mientras el 12 de marzo se entregará el nuevo título a la Gestora de Gaiatas, según avanzaron fuentes municipales.

Mulet fue nombrado ermitaño de la Magdalena en 2001 a propuesta de la Germandat de Els Cavallers. Heredó un puesto que desde 1901 había desempeñado de manera ininterrumpida la familia Fortanet. Desde 2001 el ermitaño ha sido un cargo simbólico sin remuneración pero ha tenido a su abasto las llaves de la vivienda del ermitorio. No ha residido en esta casa, pero ha sido un espacio de disfrute particular a pesar de pertenecer a un recinto público. El ermitaño ha sido el encargado de recibir visitas a la Magdalena y ha abierto sus puertas cuando se le ha requerido. El equipo de gobierno del PSPV y Compromís considera que no tiene sentido la continuidad del ermitaño como estaba concebido en un símbolo tan importante para Castelló como la Magdalena.

En los últimos meses, el concejal de Ermitas, Enric Porcar, ha barajado varias fórmulas y finalmente ha optado por transformar el antiguo cargo en una distinción honorífica que valora la labor de un grupo o persona de la ciudad en pro de la cultura y la fiesta. El nuevo título pierde la vieja casa del ermitaño, que pasa a manos del propio ayuntamiento, titular del ermitorio.

En octubre, la portavoz municipal y concejala de Cultura, Verònica Ruiz, solicitó a Mulet que retornara al patrimonio municipal tres figuras de arte de la vivienda del ermitaño. El exedil rebatió que se encontraba en dependencias municipales, pero Ruiz recordó que la vivienda pertenecía al ermitaño.

El concejal de Ermitas ya ha informado a Mulet de los nuevos planes y tiene previsto organizar un acto en reconocimiento a su labor. También se le invitará el 12 de marzo a la Magdalena a presenciar la concesión del nuevo título a la Gestora de Gaiatas.

A pesar de ello, esta decisión parece que no ha sentado bien a Mulet. Ayer afirmó a este diario que no tenía conocimiento de su relevo y que sólo puede realizarlo la alcaldesa, Amparo Marco. «El nombramiento lo hizo el alcalde y únicamente me puedes cesar la alcaldesa», resaltó el diputado autonómico, que indicó que Porcar le trasladó hace un año la posibilidad de sustituir al ermitaño por una distinción honorífica pero que no tenía noticias de su marcha.

El equipo de gobierno sostiene que avisó a Mulet el viernes, con lo que de las palabras del exconcejal se desprende que no está muy contento de su destitución.

Centro de interpretación

Además de eliminarse el tradicional puesto de ermitaño, la ciudadanía recuperará su vivienda. El equipo de gobierno estudia convertirla en un centro de interpretación del Castell Vell. En estos momentos se ejecuta la última fase del proyecto de restauración de la fortificación, cuyo objetivo es ponerla en valor y fomentarla como un recurso turístico. Entre otras medidas contempla la programación de rutas didácticas y la puesta en marcha del citado centro de interpretación, barajándose la casa del ermitaño, que forma parte del conjunto del Castell Vell.