La próxima semana se celebra el Día Mundial del Riñón, para el cual Alcer ha programado actividades los días 8, 9 y 10 de marzo, que incluyen tanto la sensibilización de la población como charlas informativas sobre hábitos saludables de alimentación (adjuntamos cartel). Esta fecha de reivindicación internacional llega en un momento delicado para los enfermos renales en la provincia de Castelló.

La sanidad pública atiende un 9% de la hemodiálisis en la provincia (45 de 509 pacientes), a través del Hospital General de Castelló, frente a un 35% en la Comunidad Valenciana. El resto de porcentaje está cubierto por el sector privado, a través de concesiones de la conselleria de Sanitat.

Alcer Castalia denuncia que esta diferencia resulta importante porque «son los hospitales públicos quienes deben dializar a los pacientes complejos por inmediatez, medios y equipos multidisciplinares a disposición», como explica su presidente, Juan Doménech. «A nadie se le escapa que a menos recursos, hay más fallecimientos», sentencia.

En este sentido, desde Alcer recuerdan las palabras pronunciadas en el pleno de las Corts por el presidente de la Generalitat, el pasado 22 de febrero: «Todos los valencianos debemos ser iguales frente a la enfermedad», palabras que en el caso de la provincia de Castelló «distan mucho de ser una realidad», según Doménech, pues los nefrólogos se ven obligados a atender a los agudos (personas ingresadas) «y con un gran esfuerzo que agradecemos, a la sala de crónicos (pacientes con dolencias graves dializados unos tres días a la semana en el hospital)».

Este problema tiene consecuencias, y más tras un año (2016) en el que ha crecido en un 30% la cifra de personas que pasan a diálisis, frente a los crecimientos habituales del 4%. «Hay un tiempo para dialogar y un tiempo para exigir, y en este caso nuestra responsabilidad es reivindicar lo que consideramos justo, puesto que sólo a través de una sociedad civil organizada se refuerzan la participación ciudadana y la democracia». En este sentido, desde Alcer se insiste en 3 peticiones mínimas para mejorar la situación actual, que pasan por la creación de una unidad de hemodiálisis pública en el Hospital de la Plana, la creación de una plaza de nefrología en el Hospital de Vinaròs y el incremento de recursos para reducir los pacientes de hemodiálisis que se tratan mediante catéter.