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La vida en verde

Una de las mil caras de las Columbretes

Las islas emergidas del mar y que, por tanto, son visibles, son solo una pequeña parte del campo volcánico que estuvo activo durante el periodo del Mioceno Inferior

Una de las mil caras de las Columbretes

Presentes en la mitología castellonense e introducidas en el imaginario colectivo de la provincia como uno de sus activos, las Islas Columbretes pasan, a veces, por ser unas grandes desconocidas en sus especificidades.

Situadas a unas 30 millas de la costa de Castelló, aproximadamente unos 56 kilómetros tomando como referencia el el cabo de Orpesa, las Columbretes conforman un grupo de islas emergidas de gran interés ecológico y que se agrupan en torno a 4 aglomeraciones principales.

Las islas que sobresalen del mar y, que por lo tanto, son habitables para la fauna y la flora terrestre, son solo una pequeña muestra del campo volcánico que dio origen a su formación y que estuvo activo durante el periodo del Mioceno Inferior, entre 23,5 y 5,3 millones de años atrás.

Fruto de esa actividad magmática, que abrió la corteza terrestre y generó las formaciones basálticas, se generó en lo que hoy se conoce como la Illa Grossa, un edificio cónico que respondía en su día a la representación icónica de un volcán.

No obstante, la acción de los elementos erosionó la formación cónica y, al mismo tiempo, la propia formación se colapsó. En este tipo de volcanes el peso de las rocas provoca que el cono o chimenea se hunda sobre sí mismo, generando una caldera. En concreto, esta isla está formada por diversos cráteres encadenados y coronados por el Carallot, una formación elevada 32 metros sobre el nivel del mar. Cabe apuntar que el conjunto del archipiélago se asienta sobre una formación de aproximadamente 80 metros hasta el fondo marino.

En las Columbretes, hoy en día solo es visible el semicírculo de la Illa Grossa, en el que también son visibles los islotes conocidos como el Mascarat y la Senyoreta,que completan el perfil de la caldera del volcán original. De esta manera, en las otras tres formaciones que a día de hoy están emergidas es casi inapreciable el origen volcánico, de no ser por los análisis estratigráficos y de las rocas, que muestran diferentes estadios de la acción volcánica.

Las islas se pueden visitar en viajes organizados para grupos reducidos que parten desde los puertos de Peñíscola, Orpesa, Castelló y València. El viaje desde Castelló tarda aproximadamente dos horas y media y todos los itinerarios están acompañados por un guía.

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