No se sabe a ciencia cierta si es por el cambio de entrenador o porque los problemas se le acumulan al Castellón, en especial a la plantilla debido a la situación insostenible que viven los jugadores debido a que se les acumulan tres y en algunos casos cuatro mensualidades, pero en apenas dos meses este equipo es irreconocible. Ha desaparecido la obra que dejó Frank Castelló y hoy en día la escuadra albinegra parece otra. No hace falta decir que el ochenta por ciento de la culpa la tiene el retraso en el cobro de las mensualidades, que hace que los futbolistas acumulen malestar hasta límites insospechados. Y un veinte por ciento es debido a la mano del nuevo entrenador. Prometió que no iba a modificar nada porque cuando cogió al equipo acumulaba dieciocho partidos sin perder, y poco a poco se desmoronó el castillo de naipes: tres derrotas seguidas y de ser segundo a estar sexto en la tabla.

El Castellón el domingo se cayó por el precipicio a raíz de encajar el 1-1 en el capo del Silla. Los castellonenses estaban cumpliendo más o menos bien hasta que encajó el gol del empate, y sin solución de continuidad recibió el segundo. Un golpe bajo del que no se recuperó a pesar de las maniobras del entrenador que ya sorprendió con un once que apenas había por donde cogerle. Tercera derrota de Manu Calleja en nueve partidos; Frank Castelló perdió tres en veinte jornadas y eso le hizo caminar sobre el alambre hasta el 31 de diciembre pasado.

La plantilla del Castellón acumula dos meses muy duros y si el presidente no lo evita (pagando a los futbolistas) la situación se puede complicar aún más. Hay jugadores a los que se les deben tres meses y en algunos casos hasta cuatro. Lo peor de todo es la poca garantía que hay para poder cobrar. La Ampliación de Capital es un desastre, David Cruz no tiene ni un euro para pagarles, el club no recibe subvenciones y la única vía para solucionar el gran quiste sería la venta de la entidad a alguno de los grupos interesados, aunque los presuntos compradores no se acaban de decidir.

Con todo ello el Castellón, a nivel de equipo, se desinfla. Ahora se ha caído a la sexta plaza, la preocupación es máxima, el presidente se mantiene inmune a todo lo que sucede y la afición está desesperada porque se ve impotente para poder hacer algo para solucionar un problema muy grande. Sólo tomar medidas de protesta que Cruz le entran por una oreja y le sale por la otra .