El depósito del pozo de la Misericordia, del que se suministra el agua potable a Vinaròs, se ha vaciado por primera desde su entrada en servicio, hace 30 años, para evaluar su estado.

Este depósito de 18.000 metros cúbicos de capacidad y 70 metros de diámetro, construido en los años ochenta, ofrece una reserva de agua para el municipio de entre 1,5 y 2,5 días según la época del año, explicó el concejal de Obras y Servicios, Guillem Alsina.

Una vez vaciado el depósito, se han iniciado los trabajos de limpieza y mantenimiento que esta instalación necesita. El encargado del servicio de FACSA- Aigües de Vinaròs, Benjamín Eixarch, explicó que lo primero que se hizo una vez vaciado el depósito fue que «un especialista en este tipo de estructuras ha hecho una evaluación inicial».

Mientras se diseña el proyecto para la reparación de vigas y columnas, el depósito volverá a llenarse y se espera que a partir de octubre pueda vaciarse de nuevo para llevar a cabo estos trabajos, que durarán algo más de dos meses.