De penalti y en la recta final del encuentro. Así ganó el Villarreal C en el campo del Segorbe lo que le permitió afianzarse a la tercera plaza de la clasificación después que el Ontinyent le volteara el marcador al Almazora en el José Manuel Pesudo. La verdad es que el partido fue un monólogo del filial amarillo que, plagado de bajas, no encontró el camino del gol. Un tiro al palo de Charlie Meseguer, tres claras ocasiones de gol, pero no había manera posible de perforar la portería defendida por Carlos Avilés, hasta que el colegiado cobró penalti por derribo a Pedro. Los seguidores locales protestaron que la falta fue fuera del área. Derrota y nueva rajada del club en su twitter oficial.

No se vieron goles en un primer tiempo donde destacó el abrumador dominio del filial amarillo, incapaz de perforar la portería de un conjunto del Alto Palancia que no frecuentó mucho la portería del arquero argentino Fede Bonansea, que ayer disputó su tercer partido con la elástica amarilla. Un tremendo monólogo que lo único que deparó en el primer tiempo fue un empate a cero.

Novedades en el once amarillo

El Villarreal C afrontó este encuentro con numerosas novedades en el once titular. A los sancionados Diego Fuoli, Maxi Rosales y Simón Moreno se unió la decisión del técnico Carlos Pérez Salvachúa de dejar en el banquillo a Charlie Meseguer y a Darío Poveda, dos pesos pesados del segundo filial. Pese a ello, las ocasiones, las pocas que se vieron en el primer tiempo, tuvieron color amarillo. El Segorbe, eso sí, le puso muchas ganas al partido.

La primera oportunidad no llegó hasta el minuto 13 cuando Pablo Álvarez lanzó con potencia desde unos 35 metros y el portero local Carlos Avilés consiguió rechazar a saque de esquina. Y la segunda se produjo en el minuto 33 con una falta ejecutada por Chuca que se perdió por encima del larguero. Los segorbinos, que no se dejaron ver mucho por el área villarrealenses, reclamaron una caída de Sampa en el área grogueta en el minuto 36.

Más dominio y polémica final

El dominio del filial se acentuó más si cabe en los segundos cuarenta y cinco minutos. El filial inició la segunda parte con la entrada al terreno de juego del goleador Darío Poveda para ver si así se encontraba el camino del gol. Una falta botada otra vez por Chuca desde la frontal del área fue brillantemente rechazada por el portero local Carlos Avilés.

Y el cielo se le abrió al filo del minuto 75 cuando el colegiado cobró penalti por derribo al joven centrocampista Pedro. Lanzó Darío Poveda y el ariete de San Vicente del Raspeig adelantó a su equipo en el marcador. Muy protestado fue el penal que cobró Sanchís Cambra, que al final fue decisivo para que los tres puntos volaran hacia la Plana Baixa.