Los locales de las tascas y el colectivo ciudadano de Sense Soroll mantendrán hoy su primera reunión en diez años de conflicto judicial. Las posiciones siguen en las antípodas pero ambas partes están dispuestas a negociar una posible salida. Sense Soroll insiste en prohibir el consumo de alcohol en las calles de los bares, pero asegura que no presentará más recursos judiciales si el Tribunal Supremo da la razón al ayuntamiento y avala la legalidad de las tascas en el último pleito que dirime, afirmó ayer el presidente de Sense Soroll, Pedro Monfort.

El Supremo ya validó en 2014 la ordenanza municipal de convivencia que regulariza el modelo especial de las tascas, pero Sense Soroll, que inició este proceso, presentó otro recurso sosteniendo esta vez que la singularidad de las tascas contraviene la declaración de Zona Acústicamente Saturada. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana atendió en 2015 el recurso de Sense Soroll y el ayuntamiento apeló en respuesta al Alto Tribunal, que tiene en sus manos el futuro de las tascas.

Monfort reiteró ayer que en el encuentro de hoy propondrán un cambio de modelo de ocio en este espacio, porque, a su juicio ,«no es compatible con las leyes actuales», pero subrayó que si el Supremo da el visto bueno la excepcionalidad de las tascas «no recurriremos». Sense Soroll sostiene que ahora no puede tirar atrás la causa judicial, pero el anuncio de Monfort de que no pleitear más si el Supremo no secunda su posición es un paso significativo.

El presidente de la asociación celebró la organización del encuentro de hoy, que ha partido de una oferta lanzada por las tascas a través de Levante de Castelló, y resaltó que «vamos sin ningún prejuicio». La cita tendrá lugar en el ayuntamiento y contará con la presencia del concejal de Movilidad, Rafa Simó. Por parte de las tascas asistirán los propietarios de la Guindilla y La Oficina, José Romero y Ernesto Bou.

La reunión se convoca después de que la semana pasada se hiciera publica una nueva sentencia del TSJ que prohíbe el consumo en el exterior de los establecimientos de las calles Barracas e Isaac Peral a partir de las 22 horas. Los clientes de estos locales podrán seguir en su interior o en las terrazas de Santa Clara hasta las 23, hora de cierre que establece la ZAS.

Las tascas, según Romero, expondrán a Sense Soroll que con la situación anterior a la sentencia los problemas en la zona habían disminuido e instarán por ello a que acepten que se consuma hasta las 23. Recordarán, añadió, que si los usuarios de las tascas sólo pueden estar dentro de los bares desde las 22, el ruido bajará aún más y la ZAS desaparecerá, lo que comportará, explicó Romero, el desbloqueo de las licencias de aperturas y la homologación del horario del cierre al resto de la ciudad. Por ello, pedirán a Sense Soroll que hagan un esfuerzo y asuman la ingesta en la calle hasta las 23. También defenderán, agregó, que se adapte la ley autonómica de contaminación acústica a la nacional al ser esta segunda más permisiva que la primera.

Cambio en la entrada del parking

Además, las tascas pondrán sobre la mesa una posible solución al aparcamiento de la calle Isaac Peral, que ayuntamiento y bares consideran el origen de los problemas judiciales. Para ello plantearán que el acceso se realice desde la calle Vera en vez de por la calle Mayor para que los vehículos eviten así la afluencia de gente de Isaac Peral.

Tascas y Sense Soroll admiten que el acuerdo es complicado, pero destacan el hecho de que se produzca esta reunión. El responsable de la Guindilla remarca que ya debió realizarse en la etapa del ejecutivo del Partido Popular, cuando empezó la batalla judicial.