El nuevo enterrador de Almassora tomó ayer posesión del cargo en presencia de la alcaldesa, Susanna Nicolau, y el concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, además del secretario municipal. Tras el trámite administrativo, el nuevo operario se ha trasladado al cementerio para recoger el uniforme y comenzar a trabajar en las labores que desde diciembre realiza un único empleado municipal debido a la jubilación de uno de los dos titulares de la plaza.

Este vecino de Almasora ha resultado el aspirante mejor puntuado de los 71 que iniciaron las pruebas del concurso-oposición en enero. De hecho, el proceso se ha extendido durante cerca de dos meses debido a las pruebas teóricas y prácticas, así como el concurso de méritos y la entrevista personal, además de los sucesivos plazos para que los candidatos reclamaran en caso de considerarlo oportuno.

El proceso, supervisado por un tribunal presidido por la coordinadora del Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística (SMML) y compuesto por tres vocales y un secretario, finalizó ayer con la toma de posesión del cargo. «Este concurso-oposición nos ha permitido crear una bolsa de empleo para cubrir futuras vacantes y acabar con la provisionalidad de la plantilla del cementerio», señaló el edil de Servicios Públicos.

La seguridad del puesto y las condiciones laborales, han señalado las mismas fuentes, multiplicaron las solicitudes de aspirantes procedentes de diferentes ciudades españolas. Todos ellos se enfrentaron a las preguntas sobre el callejero de Almassora, la ordenanza municipal de cementerio, el reglamento de policía sanitaria mortuoria de la Comunitat Valenciana, así como cuestiones relacionadas con jardinería, albañilería e informática -entorno Windows y correo electrónico-, antes de pasar a la prueba práctica en el propio cementerio.