El 22 de marzo de 1992, «todo Castelló estuvo en la plaza Mayor para iniciar la peregrinación romera hasta el cerro de la Magdalena, cumpliendo, con alborozada alegría, la vieja tradición de renovar la promesa de amor filial al lugar de los orígenes de la ciudad» se pudo leer en la amplía crónica que Levante de Castelló publicó sobre la romería a la ermita de la Magdalena de hace 25 años.

Los jóvenes y mayores de hace un cuarto de siglo, al igual que sucederá hoy o ya habrá sucedido -según a la hora que usted, amable lector, repase este artículo-; fueron convocados por la campana 'Vicente' a la plaza Mayor de la ciudad «para seguir fielmente la vieja tradición de peregrinar, con alborozado regocijo al lugar de donde proviene la historia y la fe de nuestro pueblo». Una vez finalizada la misa oficiada por el obispo de la diócesis Segorbe-Castelló, miles de castellonenses, portando las tradicionales cañas ataviadas con la cinta verde, salieron en romería hasta la ermita de la Magdalena.

La romería, siguiendo el protocolo, estuvo presidida por los representantes del clero, los miembros de la Junta de Fiestas, las autoridades municipales, provinciales y militares. Y siguiendo a todos ellos, las reinas, sus damas de honor y las madrinas de las 19 comisiones de sector. En este sentido, hay que subrayar que en 1992 se contó con la participación del que era conseller de Educación, Andreu López; así como de Pedro Agramut, que entonces ostentaba la presidencia del PP de la Comunitat Valenciana. «Con todos ellos, miembros de gaiatas y de colles compusieron el más elocuente testimonio de la exaltación magdalenera entre el pueblo».

La reina, Amparo Pavía estuvo, según la crónica de la época, «deslumbrante de belleza, radiante como la primera mañana primaveral, tocada con las galas de labradora», se pudo leer hace 25 años en las páginas de Levante de Castelló.