El Almazora mira con el retrovisor porque las plazas de descenso a Regional Preferente se le sitúan a tan solo dos puntos. Todo ello después de haber entrado en una espiral de malos resultados en la que solo ha sido capaz de sumar dos de los treinta y nueve últimos puntos, o lo que es lo mismo, permanece trece jornadas sin ganar, con once derrotas y dos empates. Por unas razones o por otras ahí esta la crisis del equipo almassorense y toca ganar sí o sí para evitar angustias finales.

Atrás queda aquel 17 de diciembre cuando se ganó al Segorbe (4-0) y se iniciaban unas Navidades lo más tranquilas posibles con un colchón de trece puntos sobre las plazas de descenso y desde una meritoria novena posición en la tabla, a nueve puntos de los puestos de play-of'. Pero el 2017 no le ha sentado nada bien al equipo de Iván Medall ya que solo ha sido capaz de sumar dos empates.

Ahora, el partido del domingo a las 12.00 horas se convierte en toda una final para los almassorenses. Reciben a un Buñol que marca el descenso y está a dos puntos. Si se pierde ese encuentro se podría caer en plazas de descenso a Preferente por primera vez esta temporada.