El programa Sexualidad Funcional lo constituyen Charo Ricart (médico, sexóloga y persona con discapacidad) y Dimitri Zorzos (asistente personal, profesional de terapias naturales y acompañante íntimo). Dos personas que se complementan muy bien y que están 100% implicadas en este proyecto, que tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional o discapacidad. Procurando atender a todas ellas y poniendo especial énfasis en acciones que contribuyan a mejorar su sexualidad. A raíz tanto de la experiencia personal como profesional de ambos, decidieron lanzarse a montar unos servicios o recursos para mejorar el desarrollo de la sexualidad de todas las personas, y en especial de las personas con diversidad funcional. Este proyecto ya ha sido presentado en Castelló junto al Cermi y la colaboración de Ateneo.
¿Que tipo de servicios realizan?
El primer servicio es el de asesoramiento, orientación y apoyo sexológico. Debido a la dificultad que aún a día de hoy supone hablar de sexualidad tanto en la sociedad como en la familia o incluso entre amigos, creemos que es importante crear un acceso más directo a un profesional. El segundo servicio es el de talleres y actividades orientadas al conocimiento y desarrollo óptimo de la sexualidad de las personas con diversidad funcional. Son talleres que van más allá de la educación sexual (sin olvidarla, por supuesto), pero dándoles un enfoque positivo y sobre todo más vivencial para que la persona, a parte de adquirir conocimientos, pueda experimentar en su propio cuerpo y adaptarlo a su propia situación. El tercero es un recurso que también ofrecemos y es la mediación y el acercamiento al acompañamiento íntimo y erótico para aquellas personas que lo necesiten. La finalidad de este recurso es ayudar a que la persona con diversidad funcional tenga la oportunidad de sentirse realizada sexualmente y adquiera una mayor autoconfianza.
¿Por qué acompañamiento íntimo y no asistencia sexual? ¿Existen diferencias?
Nosotros hemos adoptado el término de acompañamiento íntimo porque concuerda con nuestro enfoque en los acompañamientos. Acompañamos a la persona en el proceso de poder descubrir, experimentar y disfrutar de su erótica (que es la parte práctica de la sexualidad). El colectivo de las personas con diversidad funcional o discapacidad está harto de enseñanzas y terapias, y el término «asistencia» ya de por sí tiene esa connotación.
¿En qué consiste este servicio de acompañamiento? ¿Tienen sexo con ellos o les ayudan a manejarse con su sexualidad? ¿Hay líneas rojas que no pueden sobrepasar?
Lo único que realizamos es la mediación. Se hacen las entrevistas, tanto a los demandantes como a los acompañantes. Después de un estudio exhaustivo de sus necesidades se intenta poner en contacto a dos personas que consideramos que pueden encajar para poder compartir una bonita experiencia íntima. Con esto, facilitamos que la persona con diversidad funcional se pueda sentir más segura, al saber que el acompañante ha recibido una formación y ha hecho una entrevista con una sexóloga. Igualmente para el acompañante, resulta más fácil si conoce un poco las características de la persona con diversidad funcional o cuales son sus necesidades, para poder compartir una experiencia íntima de la mejor manera posible. No es un recurso para enamorarse o ligar. Es algo voluntario y consentido siempre por las dos partes.
¿Qué tipo de acompañamientos hay?
Hay muchos tipos de acompañamientos. Personas que simplemente necesitan un poco de atención, conversación o tomar algo con alguien que les resulte agradable. Experimentar por primera vez las caricias, los besos, o estar simplemente abrazado con una persona en la cama. Experimentar con su cuerpo sus límites, tener la oportunidad de desear y ser deseado. Cada práctica sexual, dentro del amplio concepto de la sexualidad es bienvenida, siempre y cuando esté previamente pactada y consensuada. La línea roja es el consenso de las partes implicadas.
¿Sería posible este proyecto sin apoyo público?
«Sexualidad Funcional» es un proyecto que ha surgido porque consideramos que la sexualidad entendida en su globalidad es un tema muy importante, que influye en muchos aspectos de la vida y que es necesario tenerla en cuenta. Es una necesidad. Durante mucho tiempo ha sido olvidada para el colectivo de la diversidad funcional y discapacidad y consideramos que en pleno siglo XXI no puede seguir quedando en el olvido. El problema es que sin ayuda pública o de las distintas entidades que trabajan con personas con diversidad funcional, el coste de los servicios aumenta. Nosotros tenemos la esperanza de que la administración colabore de algún modo, (sobre todo en los dos primeros servicios) para que este proyecto pueda ser más accesible a todo el mundo.
