La concejalía de Normalización Lingüística del Ayuntamiento de Castelló está recabando informes de cuatro expertos para fundamentar con rigor histórico y lingüístico la designación de Castelló de la Plana como el topónimo único de la ciudad.

El departamento que dirige Ignasi Garcia ha recopilado ya la opinión del lingüísta Germà Colon, del medievalista Vicent Garcia Edo y del cronista oficial de Castelló, Antonio Gascó, para tal fin. Así mismo, también ha sido consultado el filólogo Vicent Pitarch, que está ultimando su posicionamiento.

La conclusión de los expertos apuesta por disociar la doble denominación actual Castelló de la Plana/Castellón de la Plana para apostar de manera concreta por la primera.

La ley de Régimen Local de la Comunidad Valenciana indica en su artículo 21 que «el cambio de denominación de un municipio será aprobado por decreto del Consell, a instancia de la corporación, mediante acuerdo plenario adoptado con el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de sus miembros y previo informe de l´Acadèmia Valenciana de la Llengua».

Según las fuentes consultadas por Levante de Castelló ha habido dos estadios en la búsqueda de una posición común entre los expertos. El primero de ellos trató sobre el apellido ´de la Plana´. La posición unánime fue la de mantener este apellido, debido a que se consolida su uso a partir de la segunda mitad del siglo XIV, en la que Castelló pasa a ser capital de la administración jurídica de ´La Plana de Borriana´.

Una vez asentado este punto, los cuatro expertos coinciden en que la tradición histórica de la toponímia Castelló de la Plana se mantiene, incluso tras la castellanización formal del Reino de Valencia a partir de la segunda mitad del siglo XVI. En esa fecha se castellanizan muchos nombres por influencia de la corte y el arrastre sociológico que convalidan en sus escritos notarios, juristas y administradores, debido a que se convierte en la lengua de prestigio.

La intención del departamento de Normalización Lingüística y del concejal Ignasi Garcia es la de conseguir que el plenario acuerde por unanimidad la apuesta por la denominación Castelló de la Plana. En cuanto a los plazos, las fuentes consultadas apuntan a que podría someterse a debate en el pleno de junio.

La iniciativa parte del Pacte del Grau que, por un lado asume como propios los contenidos de la Carta Lingüística de Castelló per la Llengua y por otro apuesta por la declaración, ya conseguida, del BIC para les Normes de Castelló de 1932.