Los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de Castelló, PP y Ciudadanos, consideran que dar unidad al topónimo de la ciudad «no es un asunto prioritario».

Ambos partidos coinciden en su argumentario, que muestra su negativa frente a la propuesta que está ultimando el servicio de Normalización Lingüística del consistorio y que va a apostar, basado en informes de expertos de diversos campos, por proponer la unificación del topónimo Castelló de la Plana.

A este respecto, la portavoz del PP, Begoña Carrasco calificó de «intervencionistas» al equipo de gobierno e insistió en la negación de la prioridad. Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Vicente Vidal, apuntó que su partido «siempre va a estar a favor de la libertad de elección y el respeto a las dos lenguas oficiales de la Comunitat, sin imposiciones ni superioridad de una sobre otra y por eso defenderá que se mantengan ambos nombres y que cada ciudadano utilice el que prefiera». Así mismo, Vidal advirtió que «en caso de que el tripartito quiera cambiar el nombre de la ciudad, Ciudadanos defenderá que la ciudadanía se pronuncie porque esta intención de cambio no refleja el sentir de la población de Castelló ni está entre sus preocupaciones».

Más allá, el portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, se mostró favorable a la unificación y apuntó que «hay que dar ese paso». Respecto a la urgencia de la medida, del Señor indicó que «cada uno se marca sus prioridades y la unificación, se ha de hacer, siempre que se cuente con los informes preceptivos de los expertos».

El portavoz del grupo socialista y concejal de Urbanismo, Rafa Simó, quiso ser prudente respecto a la propuesta y añadió que primero se deben conocer los informes, por lo que evitó realizar un pronunciamiento hasta que ese paso se cumpla. Más allá, conminó a tomar una decisión que se base en los criterios históricos y filológicos aportados.

En cuanto a la posición del equipo de gobierno, la portavoz, Verónica Ruiz, deslizó que desde los responsables municipales no se va a tomar una posición concreta por el momento, a la espera de los informes. Así mismo, aventuró que «no se trata de una cuestión de gobierno, sino de ciudad», por lo que llamó a asentar una opinión en los informes y buscando el consenso. La portavoz insistió en alcanzar el máximo consenso posible debido a que es una decisión que compete a toda la ciudadanía castellonense.