Las inclemencias meteorológicas,la competencia de terceros países con costes más baratos y la caída de los precios han dejado al sector citrícola de Castelló al borde del colapso tras la campaña recién terminada. La mitad de la cosecha se quedado sin recoger y las pérdidas han superado los 100 millones de euros. Ayuntamientos de la Plana Baixa, organizaciones agrarias y cooperativas han unido sus fuerzas para intentar sacar a la citricultura del marasmo.

La asociación de agricultores de Nules fue la primera que alzó la voz contra la situación de los cítricos y en una asamblea, a la que asistieron más de 200 personas, reclamó medidas contundentes como la supresión del tratado entre la Unión Europea y Sudáfrica y una reprobación al Gobierno y el Consell por una supuesta inacción.

Estas medidas son consideradas inviables por el resto de asociaciones citrícolas y por los ayuntamientos, pero han espoleado una movilización del conjunto del sector. Decenas de representantes de municipios y de colectivos se reunieron ayer en la Cámara Agraria de Castelló para constituir la Plataforma per la Dignitat del Llaurador. Como primera medida impulsa una recogida de firmas entre la ciudadanía de apoyo a un manifiesto «que respalda los intereses de la citricultura de la Comunitat Valenciana y solicita a las Administraciones Públicas competentes acciones concretas en el sector».

Esta plataforma está formada de inicio por representantes de los Ayuntamientos de Castelló, Nules, la Vilavella, Betxí, Moncofa, la Vall d´Uixó y Borriana; las asociaciones de Fepac, la Unió de Llauradors, la Associació l´Autèntica de Nules y otras locales de agricultores, más Intercoop de Castelló. El documento fue leído por el rector de la UJI, Vicent Climent. Al acto también fueron invitados la Diputación de Castelló, presidentes de las cooperativas y alcaldes de los 135 municipios de la provincia.

Es la primera acción unitaria y de fuerza que promueve una actividad esencial en Castelló como es la citricultura. La crisis del sector ha llegado a tal magnitud que en la campaña que acaba de acabar se han dejado de recoger el 40 % de las clemenules, la variedad que copa el 80 % de la producción de las comarcas de Castelló.

En el manifiesto se exige la «rescisión del acuerdo de asociación económica firmado por la Unión Europea y seis países de África del Sur, entre ellos, Sudáfrica, por contemplar una reducción progresiva, hasta su desaparición, de los aranceles aplicables a las naranjas importadas, en un periodo, del 16 de octubre al 30 de noviembre, en el que nuestros campos están en plena campaña de comercialización».

También reclama un refuerzo de las «medidas de defensa fitosanitarias de los cítricos europeos para aumentar la seguridad de las plantaciones citrícolas comunitarias, exigiendo las máximas cautelas y controles a los productos importados desde países con plagas de cuarentena, sea cual sea el lugar de entrada de la UE». Con ello, añade, «se minimiza el riesgo de contagios de plagas y se establecen a las producciones de países terceros una reciprocidad en cuanto a requisitos de tipos exigidos en las producciones comunitarias».

Por su último, reivindica un incremento de los presupuestos destinados a la contratación de seguros agrarios.

La campaña reivindicativa empezará con una recogida de firmas y podría continuar con una ola de movilizaciones.