El golfista Sergio García recibió ayer un homenaje en el Club de Campo del Mediterráneo de Borriol ante asociados, vecinos y medios de comunicación tras haber ganado hace poco más de dos semanas el Masters de Augusta. «Ha sido un recibimiento muy bonito. Estas dos semanas han sido muy intensas», valoró Sergio García al inicio de la rueda de prensa que ofreció en La Coma. García, ataviado con la chaqueta verde que le acredita como campeón en Augusta, estuvo acompañado de su pareja Angela Akins y sus padres Víctor y Consuelo.

«Ganar un gran título siempre había sido un sueño para mí y poder hacerlo en Augusta ha sido aún más bonito. En ese momento te vienen muchas cosas a la mente como el trabajo realizado, mi familia, mi prometida y todo el mundo que ha estado apoyándome», dijo García. El de Borriol recordó que «fueron muchos los recuerdos que tuve en ese momento. Celebré el título con rabia, euforia y energía. Estaba muy orgulloso de todos los que me ayudaron a conseguirlo».

Para García, la victoria en Augusta «es un premio a la consistencia, la perseverancia y la insistencia. No hay que darse por vencido. Al final de cuentas, lo que he demostrado es que siempre he creído en mí». Sergio García consiguió por fin su ansiado major. El borriolense entró así en la historia del golf español al lograr uno de los cuatro grandes títulos de la temporada de golf, como hicieron Severiano Ballesteros y José María Olazábal.

«Nadie te regala nada. No todo el mundo es afortunado de llegar a estos niveles. Antes de ganar el Masters ya estaba muy orgulloso de mi carrera, no solo por los resultados sino por la consistencia», incidió García. «Estar 16 o 17 temporadas entre los veinte mejores del mundo es algo que la gente, a lo mejor, no se da cuenta de lo difícil que es. Hay que seguir entrenando para conseguir más cosas bonitas», destacó.

El duelo con Rose

Sergio recordó con emoción la final del torneo junto al británico Justin Rose. «Hubo varios momentos clave. El par del 12 fue importante. Después de hacer bogey en el 10 y el 11, no volverme loco en el 12 me dio confianza. En el 13 una ramita me llevó a los arbustos. Me encontraba bien y sabía que podía hacer cosas importantes. Hacer un buen cinco era salir con la sensación de haber hecho birdie. Lo conseguí. Salí del hoyo con la sensación de que hice medio birdie y él medio bogey. Me reforzó mucho y me ayudó a pegar golpes buenos hasta el final», dijo.

Sobre su buena relación con Justin Rose, Sergio García señaló que «ganar sin ninguna duda es importante, pero para mí es importante sentirme bien a la hora de hacerlo. Podría estar más serio con el contrario, pero sé que eso me va hacer sentir incómodo porque es algo que no me sale natural. Prefiero no hacerlo porque no voy a jugar igual de bien y ser como soy, actuar como actúo. Intento ganar porque soy mejor que el contrario, no porque estemos intentando hacernos cosas para que juguemos peor. Al final, acabas el Masters y te das un abrazo. Él se da cuenta de todo y te dice al oído que si hay alguien que se merecía esto, ese era yo».

Menos presión

Con la victoria en Augusta, Sergio García se quitó una losa. Por fin se llevaba un torneo de los grandes. «Sí que me ha quitado algo de presión. Soy el mismo que había hace tres o cuatro semanas. Ahora tengo un major, pero sigo siendo el mismo». García piensa en seguir sumando títulos. «Si las lesiones me siguen respetando, me quedan muchos años de golf. A pesar de tener 37 años me veo con muchas capacidades de seguir mejorando». El British Open es uno de sus retos. «Estoy a un buen nivel y nunca se sabe lo que ocurrirá. Estoy con confianza y ganas de seguir haciendo cosas buenas. Todos saben lo que significa el British Open para mí, es un trofeo que me encantaría poder conseguir antes de retirarme».

Sergio García volverá a la competición el próximo mes de mayo en The Players, considerado el quinto grande, y torneo que Sergio ya ha ganado.

El fútbol

El triunfo en Augusta le llevó a realizar el saque de honor en el Madrid-Barcelona. «Lo que más me gustó del partido fue la ovación que me dieron cuando salí al campo. Entrar al Bernabéu y que 85.000 personas coreen tu nombre fue un orgullo. Le di gracias al club por hacerme socio de honor», señaló Sergio, declarado seguidor del Madrid. También habló del Castellón. «Me encantaría ayudarle, pero desafortunadamente nunca me han demostrado interés. Ir a Castalia, salir a jugar y que me piten, me demuestra sinceramente muy poco. Me da pena porque yo nunca he hecho nada contra el Castellón. Es fácil hacer eso y luego pedir ayuda. Yo ayudo a quien se lo merece», dijo. «A mí me preocupa el Borriol (club que preside). Lo siento mucho por los seguidores del Castellón, pero la gente de Borriol me ha demostrado mucho». Sobre el interés del futbolista castellonense Pablo Hernández, su cuñado, en adquirir el Castellón, García apuntó que «es libre de hacer lo que crea. Obviamente, le deseo lo mejor».