El Borriol regresó de vacío de La Llometa donde fue presa de un Muro al que le iba la vida en el partido. Los alicantinos debían ganar para conservar opciones de salvación, porque perder significaba prácticamente decir adiós a la categoría. Al final, los tres puntos se quedaron en tierras alicantinas ante un Borriol que, con la salvación asegurada, apenas se jugaba nada. En la primera parte un gol de falta directa de Alberto Botella abrió el marcador, y tras el descanso un penalti transformado por Jero Galera, sirvieron para sumar tres puntos de oro para un Muro que está a cinco puntos de la salvación, a falta de seis por disputarse.

Los borriolenses ya hicieron los deberes la semana pasada ganando su compromiso ante el Buñol. Y afrontaron este complicado encuentro sin la ansiedad de tener que ganar para no verse envuelto en las prisas de los últimos encuentros. El técnico Iván Campos presentó un once con algunas novedades. En el eje de la defensa no estuvo el veterano Pepe Mora; en el centro del campo el peso lo llevaron Chimo Ballesteros y Tali; en la zona ofensiva no estuvo David Colomer, y sí los dos jóvenes Badre y Juan López.

El Muro salió a morder desde el primer momento. Una falta en la frontal del área sirvió para que uno de los mejore jugadores locales, Alberto Botella, colara el balón allá donde no pudo llegar Óscar Barrantes. Y ese gol marcó las diferencias en el primer tiempo. Así se llegó al intermedio.

En la segunda parte el Borriol quiso y no pudo. El Muro, con mucha precauciones, se decidió a cerrar el partido para evitar sorpresas. Sólo pudo apuntillar el marcador desde los once metros. El veterano Jero Galera estableció el 2-0 definitivo. Al final los alicantinos vencieron y se llevaron los tres puntos en su lucha por eludir el descenso.