El Villarreal CF afronta esta tarde uno de los partidos más importantes de la temporada. Visita uno de los estadios más complicados de LaLiga en un momento en el que no se puede permitir ningún tropiezo ya que pugna por la quinta plaza de la clasificación y se enfrenta, nada más y nada menos, que a un rival que se juega el título liguero.

Pese a todas las circunstancias que rodean el encuentro, el submarino afronta con la máxima motivación posible su partido a domicilio contra el FC Barcelona. Los futbolistas del cuadro villarrealense acumulan tres jornadas consecutivas ganando y llegan en un buen momento y, teniendo en cuenta que a lo largo de la presente temporada han plantado cara a todos los considerados grandes, creen que van a tener sus opciones en el Camp Nou.

Para intentarlo, Fran Escribá contará con las bajas de larga duración de Sergio Asenjo, Denis Cheryshev y Víctor Ruiz, a las que se suma esta semana Bruno al no haber superado una tendinitis en la rodilla izquierda. El que tampoco había trabajado durante toda la semana junto al resto de compañeros pero sí entró en la convocatoria es Álvaro González, cuya participación en el partido parece descartada. Además, el preparador valenciano recupera a Musacchio y Jaume Costa respecto a la última jornada.

De este modo, la defensa villarrealense -una de las mejores del campeonato doméstico- volverá a coger forma para tratar de frenar a Messi, Neymar y Luis Suárez, el tridente atacante más efectivo de LaLiga (están a dos goles de conseguir el centenar en esta temporada). Así las cosas, la principal novedad de Escribá se dará en el centro del campo donde, con Bruno ausente, el técnico del Villarreal presumiblemente apostará por la pareja formada por Manu Trigueros y Rodrigo.

Luis Enrique, por su parte, tiene a prácticamente toda su plantilla a disposición, por lo que alineará a su once de gala para luchar por una victoria que le mantenga en el liderato de la tabla clasificatoria y esperará un pinchazo del Real Madrid -que tiene un partido menos- para apurar sus opciones matemáticas de alzar el título de Liga dentro de tres semanas aproximadamente.