Las obras de reforma del cementerio de Borriol están llegando a su fin. Los trabajos se centran en la reconstrucción de 104 nichos, la construcción de 50 nuevos columbarios y distintos trabajos de mantenimiento. «Hemos reformado 104 nichos que estaban en situación de ruina. A la hora de hacer el traslado de los restos nos hemos dado cuenta de que estaban peor de lo que creíamos», explicó el concejal de Cementerios Francisco Pastor.

El consistorio reunió a los propietarios de los nichos deteriorados para exponerles el proyecto y pedirles que tomaran una decisión al respecto. «La mitad de los restos volverán a los nichos y la otra irán con familiares en otros nichos. Algunos, que son muy pocos, renunciaron y se colocaron en la fosa común», especificó Francisco Pastor.

La reforma de un nicho costó a cada familiar un precio unitario de 600 euros. También se han construido 50 columbarios.

El hecho de que casi la mitad de las familias decidiera trasladar los restos a otro nicho ha propiciado que el cementerio cuente con unos 50 nichos libres más. Francisco Pastor remarcó la necesidad de acometer estas obras ante la falta de nichos. «Vamos a pensar en seguir ampliando el cementerio, pero sin la situación de urgencia que teníamos», dijo Pastor.

El proyecto fue adjudicado por un importe de 72.590 euros y los plazos de ejecución son de ocho semanas.

El consistorio cuenta con un nuevo reglamento. «Hemos separado entre reglamento y la ordenanza, que es el precio de los nichos. El reglamento recoge la manera de funcionar en el cementerio. Por ejemplo, las medidas de los nichos para que no sobresalgan para que todo tenga una uniformidad. Tampoco está permitida la venta anticipada de nichos. Su adquisición se hará únicamente cuando alguien fallezca. Lo que sí se permite es el traslado», indicó Pastor.