La imagen de la portada de este suplemento de Deportes resume la rabia de la temporada del Valencia en un gesto primitivo: Rodrigo Moreno golpeando el balón al cielo como un exorcismo después de tantos sufrimientos colectivos e individuales (la rotura del tobillo) tras marcar el cuarto gol del equipo de Voro.

Entró Rodrigo (m. 68) y casi nos olvidábamos de que se trata de un futbolista de entidad, engullido por tanta toxicidad alrededor del equipo y por esa contumacia en exigirle que actuara de 9 cuando no lo es. Le dio bola Voro en el momento justo para redondear una goleada sencilla ante un rival descendido, pero necesaria para recuperar sensaciones de los futbolistas y manifestar la ilusión de quienes aspiren a continuar en el VCF. Al mismo tiempo, sirve para subrayar el excelente trabajo de Voro justo cuando que el campeonato daba la vuelta y volvía a encontrarse con Osasuna, recordando cómo era el Valencia cuando llegó aquella noche intersemanal en El Sadar (esquizofrénico) y cómo es ahora (saludable y esperanzador).

Por supuesto, es una plantilla mejorable exponencialmente en calidad y en carácter. Pero también cuenta con futbolistas aprovechables siempre que encuentren el entrenador adecuado.

Cancelo, por ejemplo, pese a que ayer eligió casi siempre mal, ha cambiado desde aquella desafortunada tarde ante el Depor cuando hizo callar a Mestalla tras marcar. Su actitud es mucho más positiva, dispuesto ahora a ayudar y a asumir responsabilidades. Solo habría que poner en orden sus fantásticos recursos.

Ovación a Parejo

El público, generoso y festivo, dedicó una sincera ovación a Parejo al ser sustituido: debió sorprender al jugador madrileño, tan pocas son las muestras de cariño recibidas por él de Mestalla. Quizá se haya entendido que es un futbolista dificilísimo de encontrar por su control de los tiempos y por ser un consumado especialista a balón parado, virtud poco explotada en los últimos tiempos.

Garay encarriló la goleada con dos remates casi de delantero centro, aprovechando que se había asomado al área en dos acciones a balón parado. En la primera remachó un inteligente envío desde la izquierda de Nani; y en la segunda embocó un servicio de Zaza. El central argentino disfruta de uno de los mejores golpeos en largo de la Liga. Y tiene gol (cuatro). Lo que debe mejorar es la contundencia defensiva y la condición física. Nani también participó en la jugada mejor trazada del encuentro, el tercer gol, obra de Zaza tras un pase de Rodrigo. Fue una sutileza de Nani. El luso, tan cuestionado por su ataque de ego en el Bernabéu, es único por su desborde y su claridad en los metros de la verdad.

Gayà quiere su sitio

Gayà se dejó ayer el alma (como siempre), con la motivación extra de estar a la altura del duro competidor que le ha salido (Lato). En una posible alineación titular cabrían los dos, con Gayà por delante de Lato. Mestalla está entregado a sus canteranos porque entiende que, en un temporada durísima, han acudido al rescate: de ahí la cerrada ovación ayer a Carlos Soler. Y el reconocimiento, cómo no, a Jaume Doménech, sin rechistar todo el curso en el banquillo y listo para rendir cuandos se le necesite; ayer le dio la tarde a Sergio León en dos vibrantes intervenciones a bocajarro.