El veto de la Real Cofradía de Lledó al presidente de la Gaiata 17 de Castelló, Javier Gimeno, por ser homosexual y estar casado con un hombre va a provocar un debate político en el seno del Ayuntamiento de Castelló a corto plazo ante el anuncio de uno de los firmantes del Pacte del Grau, Castelló en Moviment, de preparar una propuesta, para su aprobación futura en pleno, que instará a retirar fondos públicos a entidades que «atenten contra los derechos humanos». Este camino político va paralelo al de repulsa social de tales hechos por parte de entidades como el colectivo por la diversidad afectivo-sexual Castelló LGTBI, que ayer incluso calificó de «delito» la decisión de la cofradía y, por extensión, del obispado.

Castelló LGTBI, a través de un comunicado, le recordó ayer al presidente de la Real Cofradía de Lledó y al obispo, Casimiro López, que «es lo mismo discriminar por la condición sexual de una persona que discriminar por el hecho de estar casado con una persona de su mismo sexo, y que este tipo de discriminaciones lo único que fomentan es el odio hacia las personas LGTBI y esto tiene un nombre, LGTBIfobia, y es un delito».

Así, subrayan que «en este país tenemos una ley desde el 2005 que equipara los matrimonios de personas del mismo sexo con los matrimonios de personas de diferente sexo y no pueden ignorar esta ley y regirse por normas internas», destacando que estas organizaciones «están financiadas con dinero público y se tienen que adaptar a la ley». También recalcan que «su Papa Francisco dijo que Jesús no abandonaría nunca a un transexual ni a un homosexual, pero parece ser que el obispado de Castellón-Segorbe no sólo abandona a sus creyentes LGTBI sino que los discrimina».

Castelló en Moviment, por su parte, dejó claro ayer que no piensa pasar página con la polémica en la Real Cofradía de Lledó -«sería un error», aseguran- de ahí que consideren que es quizás la oportunidad de «hacer de la ciudad un referente en derechos humanos y combatir discriminaciones como la que ejerce la jerarquía eclesiástica sobre el colectivo LGTBI». Su portavoz, Xavi del Señor, destaca además la titularidad municipal de la Basílica de Lledó, algo fundamental para afirmar que esta realidad «obliga a la iglesia a cumplir con los derechos humanos y no discriminar por orientación sexual».

Para la formación municipalista, es la ocasión de revisar los protocolos y las subvenciones municipales «para no quedarnos únicamente en el terreno teórico». Así, Del Señor indica que su grupo municipal «estudia registrar en breve una propuesta porque la convivencia con los derechos humanos no sufra contradicciones».

Según han avanzado desde la agrupación electoral, la propuesta pretende que las entidades «con normativas discriminatorias», como por ejemplo estatutos que afecten a los derechos humanos, «queden excluidas de las subvenciones que otorga la administración local». El portavoz municipalista considera que el ayuntamiento tienen que cuestionar el «trato de favor» que tienen la Iglesia y el Vaticano, «puesto que siguen sin reconocer la Declaración de los Derechos Humanos». Castelló en Moviment confía así en recibir el respaldo, al menos, de sus socios del pacte del Grau, PSPV y Compromís.

Reunión con el obispo

La alcaldesa, Amparo Marco, se mostró ayer prudente en sus palabras al insistir en las «buenas relaciones» que mantiene el ayuntamiento con el obispado, aunque volvió a recordar que ya ha pedido una reunión con Casimiro López para tratar diversos temas, entre los que se encontrará también el de la polémica en torno a la Real Cofradía de Lledó. En este sentido, Marco señaló que, «desde el respeto a la institución, creemos que no se ha actuado de forma adecuada porque cualquier persona puede ser cofrade», remarcando que «si es buena para ser barrero, también lo es para estar en órganos de dirección de esa cofradía».

La polémica, como publicó este diario el lunes, surgió al conocerse que la Real Cofradía de Lledó ha impedido a Javier Gimeno, que era barrero de la entidad, integrarse en la junta directiva por estar casado con un hombre, en este caso con el conocido diseñador Higinio Mateu. Esta situación ha provocado que Gimeno abandone toda vinculación con la cofradía, de la que también se han dado de baja algunos miembros.