El veto de la Cofradía de la Verge de Lledó -por orden de las autoridades eclesiásticas- a Javier Gimeno por ser homosexual y estar casado ha generado controversia entre los fieles católicos y en los círculos ligados a las tradiciones de Castelló. La exconcejala durante 24 años del Partido Popular en el ayuntamiento, Marisa Ribes, cuestionó ayer la decisión de la Iglesia de discriminar a Gimeno por su matrimonio con otro hombre. Ribes fue la edil que lo casó en el consistorio e instó al obispado a asimilar el mensaje de tolerancia que predica el Papa Francisco.

Ribes fue regidora en Castelló de 1991 a 2015. Ofició la ceremonia civil entre Gimeno e Higinio Mateu en 2010. El matrimonio entre parejas del mismo sexo había sido legalizado cinco años atrás por el Gobierno socialista con el voto contrario del PP, pero los populares lo asumieron al poco tiempo y mantienen este derecho desde su llegada a la Moncloa.

Así, la prohibición de la diócesis provincial ha causado malestar en los ámbitos católicos de la ciudad y en la misma cofradía de Lledó, cuyos integrantes en principio no veían problemas en la incorporación de Gimeno. Algunos cofrades han anunciando la baja de la entidad. «Javier es una persona creyente y practicante, es una buena persona y ha demostrado su amor por la Verge y la cofradía siendo barrero.

Dicen que se le discrimina por estar casado, ¿qué tiene ver eso para que no se pueda aceptar?, espetó a la exregidora, quien alabó la intervención a favor del respeto a la diversidad que realizó el concejal de Ermitas, Enric Porcar, en el pleno de la cofradía celebrado el domingo en la basílica.

Ribes recordó que ella se divorció, por lo que, apuntó, «a mí me tendrían que expulsar de la cofradía; hasta ahora no me han dicho nada».

«Si el Papa Francisco quiere integrar a todo el mundo, por qué aquí hacemos esto?», se preguntó.

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, también discrepó de la decisión del obispado y le advirtió que «en pleno siglo XXI, la Iglesia no puede permitirse perder fieles». «Si a Gimeno le hacía ilusión pertenecer a la cofradía por su devoción a la patrona no entiendo su exclusión», afirmó Carrasco, que añadió que la Iglesia debería adaptarse a los nuevos tiempos y atender las palabras del Papa. «Es una decisión equivocada, con todo el respeto a la cofradía, que ha hecho un excelente trabajo por Castelló y la patrona», enfatizó. El vicepresidente de la diputación, Vicent Sales, trasladó su apoyo a Gimeno y confió en que se reconduzca la situación.

Carta al Papa

El afectado confirmó ayer que enviará una carta al Papa para exponerle su caso. Gimeno se ha dado de baja de la asociación de barreros de la Verge de Lledó y ha pedido a la cofradía que revise sus estatutos para que se puedan apuntar divorciados o gente casada del mismo sexo. Ayer en una red social relató: «Deseo que la devoción de cualquier persona por una virgen o santo no sea discriminada sea por el estado que sea: civil, casado, divorciado, separado, homosexual, lesbiana etc,...Soy una persona que ama su ciudad, sus costumbres y tradiciones y el derecho canónico ni nada me va hacer cambiar el sentimiento por la Mareta».

El obispado guarda silencio y ha dejado en manos de la cofradía de Lledó la respuesta pública, en la que dice que no se discrimina por ser homosexual sino por estar casado.